El azúcar en el vending a debate ¿ante un cambio de paradigma internacional?

HOSTELVENDING.com 09/06/2017.- Aunque se trata de un secreto a voces, desde hace varios años asistimos a un cambio de paradigma donde los edulcorantes calóricos se han ubicado en el epicentro de un debate no exento de grandes contradicciones.

El papel de la administración pública, los graves problemas de salud asociados a este tipo de endulzante, las nuevas tendencias de consumo, y una lenta retirada del mercado del azúcar por parte de las grandes marcas son solo algunas de las señales que parecen preludiar su final tal y como lo conocemos ahora.

Y dentro de este contexto, es la industria del vending por la que se está empezando a penalizar al azúcar. Como último caso de esta realidad, la Generalitat Valenciana, a través de la Consellería de Sanidad, ya se encuentra trabajando sobre el borrador que prohibirá la venta de determinados productos con azúcar añadido en las máquinas de distribución automática.

Aunque poco se sabe todavía sobre el proyecto, los primeros indicios estipulan que los centros educativos, sanitarios y de servicios sociales serán los primeros afectados, limitándose drásticamente la oferta de productos azucarados a favor de una gama que sea considerada más saludable.

Esta iniciativa va muy en la línea del camino ya iniciada por la región de Murcia el pasado mes de marzo, que tras diez años con el proyecto en el cajón y varias tentativas de limitar los productos hipercalóricos en las expendedoras, empezará por desterrarlos de los hospitales. Como resultado, la bollería industrial será sustituida por piezas de frutas; el chocolate, por lácteos sin azúcar añadido; los frutos secos procesados, por nuevos frutos secos o tostados; y el resto de bebidas (frías o calientes) por sus análogas con cero azúcares añadidos.

Asturias, Andalucía y Navarra también aprobaron en su momento sus respectivas leyes para limitar o eliminar el contenido calórico y el azúcar en las máquinas de vending, aunque en este caso las medidas se centran en los centros escolares.

Cataluña, por su parte, fue la única comunidad que siguió adelante con el impuesto a las bebidas azucaradas después de que el Gobierno central dejase la iniciativa en stand by. A este respecto resulta llamativo que fuese la sociedad civil quien criticase en primer lugar la medida del Govern.

Así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) dejó clara su posición al respecto al expresar que no se trataba de la mejor alternativa para mejorar la salud de la población y reducir la obesidad. En su lugar, propusieron otras medidas que favoreciesen la reducción del azúcar en lugar de gravarlo, ya que, según el organismo, un par de céntimos no marcarían la diferencia.

Sin embargo, el impacto en la industria del vending sería superior a los tramos fijados por el impuesto. El presidente de la Asociación Catalana de Vending (ACV), Rafael Cubasi, explicó que a los 8 u 12 céntimos de encarecimiento por cada 100 ml, sería necesario añadir el redondeo pertinente para las máquinas expendedoras y calcular el nuevo IVA.

¿Servirá realmente esta subida en el precio para disuadir al consumidor? Desde ACV, Cubasi no lo ve del todo factible, ya que, ante todo, la Coca-Cola sigue siendo la bebida azucarada por excelencia de las expendedoras, y un aumento del coste tan poco significativo no parece suficiente para hacer que caigan las ventas.

Lo que sí parece funcionar son iniciativas como la de Innobasque, en el País Vasco, quienes a través del movimiento Gosasun llevan ya cerca de dos años luchando para que el 50% de la oferta de las máquinas expendedoras sea saludable.

En este caso, más que gravar con impuestos, limitar la oferta o imponer restricciones, todos los esfuerzos han ido encaminados hacia la concienciación de las organizaciones que acogen las máquinas de vending para que acaben demandando una oferta más saludable.

El objetivo en todos los casos citados siempre es el mismo: reducir como sea las altas tasas de obesidad de España. Y no es para menos, pues según los datos del último Estudio Nutricional y de Hábitos Alimentarios de la Población Española, el 39,3% de la población adulta española de entre 25 y 64 años, tiene sobrepeso, en tanto que el 21,6% tendría problemas de obesidad.

Sin embargo, confiar en el buen criterio de las empresas o de los consumidores en general para controlar el consumo de azúcar no es una actitud compartida por todo el mundo. La asociación Action on Sugar (AoS) en Reino Unido, muy a diferencia de la OCU en España, sí que apuesta por líneas de actuación más agresivas.

Así, el impuesto de Reino Unido que inicialmente se aplicaría en exclusiva a las bebidas azucaradas y que entrará en vigor en 2018, finalmente podría extenderse también a la confitería, los snacks y las chocolatinas. ¿La razón? Action on Sugar ha considerado  ampliar el radio de efectividad de este impuesto con el fin lograr el máximo impacto a la hora de hacer frente a las tasas de obesidad y todas las enfermedades asociadas al azúcar, como la diabetes de tipo 2.

El chocolate y los dulces ya están incluidos en un programa de salud pública con el objetivo de reducir en un 20% el contenido de azúcar de este tipo de productos para el año 2020. Sin embargo, Action on Sugar quiere dar un paso más allá con un impuesto gravando con un mínimo del 20% aquellos productos de confitería que contengan altos niveles de azúcar, incluyendo aquellos vendidos en cafeterías y restaurantes.

El presidente de Action on Sugar, Graham MacGrebor, ha reconocido que el impuesto debería ser una medida disuasoria para los fabricantes de tal forma que planteen la reducción del contenido de azúcar en sus productos. Además, están instando al Gobierno de Reino Unido a revisar el plan para introducir medidas complementarias.

Con este plan,  Reino Unido se sumaría a la trayectoria de países vecinos como Francia, con un marco normativo cada vez más restrictivo por lo que respecta al azúcar; Italia, quien contempla limitaciones en los productos de las expendedoras en determinados espacios públicos como centros educativos, y Portugal, el caso más reciente en el que por un lado se regula lo que se puede distribuir y lo que no, y por otro lado se obliga a incluir alimentos saludables en las máquinas de vending.

En la otra cara de la moneda encontramos países como Estados Unidos, donde los fabricantes de productos se posicionan incluso por delante de la administración pública a la hora de desarrollar iniciativas para reducir el contenido de azúcares añadidos.

Los gigantes chocolateros del país norteamericano, Mars, Nestlé, Ferrero, Lindt y Ferrera Candy, han firmado recientemente un compromiso para hacer que la mitad de sus productos con envoltorio tengan menos de 200 kilocalorías para el año 2022 en EEUU.

Pero quien hace la ley, hace la trampa, y aunque una parte del objetivo se conseguirá lanzando al mercado productos con menos calorías, la otra parte podría cumplirse reduciendo simplemente el tamaño de los productos en cada envoltorio.

Al respecto de esto último, un estudio hecho público por la Universidad de Gante (Bélgica) consiguió demostrar que ante la misma cantidad de un producto, aquel que tenga un envoltorio más pequeño será ingerido en mayor cantidad. Es decir, las medidas empleadas por los fabricantes de cambiar el tamaño para reducir así la cantidad de azúcar, paradógicamente podría provocar el efecto contrario: aumentar el consumo de azúcar, lo cual evidencia que lo más eficaz sería en cualquier caso reducir el porcentaje de este edulcorante.

Por su parte, dentro de la industria de las bebidas carbonatadas, sí que hay iniciativas para controlar la cantidad de azúcar. Coca-Cola y Pepsi han optado por cierta autorregulación en sus productos, y es que las bebidas carbonatadas no son precisamente famosas por estar entre los alimentos más saludables del mercado.

En este sentido, las dos multinacionales están asistiendo a una serie de cambios radicales donde el modelo de negocio que hace unos años era tan rentable, ahora únicamente produce pérdidas.

Coca-Cola está centrando todos sus esfuerzos de estos últimos años en promocionar la Coca-Cola Zero, algo que se ha hecho especialmente evidente en Reino Unido, donde de forma paralela está provocando la progresiva retirada de otras versiones de cola que sí contienen algo de azúcar.

Las expectativas actuales, según declaran desde la propia compañía, es que la Coca-Cola Zero acabe superando muy pronto a la Coca-Cola clásica.

Aún así, detrás de lo que parece una simple estrategia de marketing, se esconde la cruda realidad. El contraste entre las fortunas de Coca-Cola y PepsiCo son un claro indicativo en la caída del sector de la cola y de los refrescos en general. 

Prueba de ello es que PepsiCo ha percibido durante el primer trimestre de 2017 unos ingresos de 11.068 millones de euros y un crecimiento orgánico del 2%; mientras que su principal competidor, Coca-Cola,  presenta un estancamiento en su cifra de negocio a la vez que anunciaba este primer trimestre un programa de recortes de 800 millones de dólares.

¿Cómo pueden estar consiguiendo resultados tan diferentes dentro del mismo sector? La razón es sencilla: PepsiCo ha dejado de apostar por un mercado que disminuyó un 5% el último año y se ha embarcado en un modelo de negocio mucho más diversificado. Es más, las bebidas azucaradas para PepsiCo, que solo suponen una cuarta parte de su modelo de negocio, no hacen más que ocasionar pérdidas, que al mismo tiempo son compensadas por otras áreas de la empresa.

La verdadera pregunta es saber hacia dónde se dirige actualmente el mercado.

Productos saludables en el vending como alternativa

Desde luego, el futuro del azúcar en las máquinas de vending se ha tornado algo completamente incierto, y con un marco legislativo que cada vez pone más barreras a la industria del vending, las únicas dos opciones posibles son adelantarse a las exigencias del mercado o ir adoptando las medidas pertinentes según estas vaya siendo impuestas, lo que conllevaría un menor margen de maniobra para las empresas del sector.

Al ser preguntados por la evolución de la azúcar en las máquinas de vending, desde Gosasun destacan que sin duda se han producido grandes cambios. Así, el panorama de hace tres años, cuando empezaron, era el de un mercado en el que el “vending saludable” era un concepto prácticamente desconocido.

Desde entonces y hasta hace un año, comenzaron una intensa actividad para reunirse con todo tipo de colectivos, incluyendo organizaciones receptoras, operadores y fabricantes para hacer pedagogía sobre la necesidad de ofrecer una alternativa a los consumidores.

Durante el periodo descrito los resultados de la iniciativa fueron muy positivos, y aunque actualmente la línea de trabajo de Gosasun relacionada con el vending saludable ya no se encuentra a pleno rendimiento, siguen teniendo reportes de proyectos y tentativas de fabricantes y operadores que están interesados en reducir el azúcar a la par que  reafirman su apuesta por una alimentación más saludable: “Hay más empresas que quieren ser más saludables y que se quieren hacer un hueco en el mercado con sus productos”, reiteran desde la organización vasca.

Por su parte, la Asociación de Fabricantes de Aperitivos (AFAP), quienes representan al sector de frutos sectos, patatas fritas y extrusionados, entre otros, han expresado que “no hay un objetivo de reducción de azúcar, aunque sí de apoyo a iniciativas individuales de  las empresas que están dentro de la asociación y que cuentan con algunas referencias dulces en sus portfolios”.

Como sector, sin embargo, la AFAP sí que apunta a la reducción de otras materias primas como la sal, que ya ha percibido una rebaja del 20% en los últimos años y que aspira a seguir disminuyendo de aquí al año 2022.

Siguiendo la tendencia, está cogiendo especial impulso los productos genuinamente saludables en distintos formatos dentro de las máquinas de vending. Entre las experiencias que llevan a plantearse la versión más saludable de vending, destacan marcas como Ñaming de Casual Food con una oferta completa de cuarta gama en el formato take-away que incluye sándwiches, bocadillos, ensaladas, dipping, fruta cortada, yogures, muesli y smoothies.

Arisfresh, por su parte, lleva trabajando desde el año 2008 la implantación progresiva de su comida saludable, priorizando no tanto el rápido crecimiento de la empresa como la divulgación de que su variedad de productos es una de las mejores alternativas en lo que se refiere a alimentación.

Frut&Tube es otro caso de cómo es posible introducir la fruta en las máquinas de vending adaptando siempre el formato. Esta firma ya reconoció para el último número de Hostelvending que la introducción ha sido lenta y difícil, aunque poco a poco sí que están consiguiendo trabajar con operadores que realizan más pedidos.

Pomb’Bel, con sus smoothies, y King John, con sus frutas cortadas y conservadas en su jugo también continúan la larga lista de proveedores del sector interesados en crear una oferta distinta. Aunque el problema es que, en definitiva, la última palabra la tienen los operadores.

Así, en el otro lado de la cadena de suministro, los operadores de vending también se están acercando a posiciones más asertivas en lo que respecta a un consumo saludable y con menos azúcar. Selecta y Alliance Vending, dos de los mayores operadores de España, han expresado de este modo que actualmente ya se encuentran trabajando en esta línea.

“Somos conscientes de cómo la tendencia del consumidor se está volcando hacia una alimentación más saludable y una de las mayores implicaciones de ello es la reducción del azúcar en el surtido que preparamos a nuestros consumidores”, reconoce Alliance Vending, quien explica que la empresa “fue pionera en España con Mconcepto, el primer programa de vending saludable del país, por ello hemos actualizado nuestro programa de alimentación saludable bajo el concepto de ‘Olle!’”.

Entre las iniciativas que sigue este proyecto destaca la reducción de los niveles de azúcar añadido, el mayor número de selecciones 0% azúcar, la inclusión de productos con menos calorías, grasas y más contenido en fibra, y otras opciones de fruta y productos naturales.

El programa ‘Olle!’ es además un compromiso de comunicación de estas opciones más saludables y por ello los puntos de venta están siendo modificados para incluir más información y recomendaciones para una vida más saludable no solo en la elección de productos más adecuados en la dieta diaria ya sea a través de nuestras máquinas, en casa u otros establecimientos, si no también promoviendo una vida activa y la práctica del deporte.

Sin embargo, las medidas más populares entre los operadores tienden a ir más en la línea de introducción de productos saludables. Así, es posible encontrar operadores como Norvisdem y Vending Levante, quien reconoce que esta iniciativa es relativamente reciente y aún están evaluando los resultados, ya que los productos saludables aún no están consolidados entre las preferencias del usuario al ser algo poco habitual.

Quien de forma más contundente ha reconocido su apuesta por una reducción del edulcorante calórico, es Automático Rogar, un operador asentado en Zaragoza que ha iniciado la inclusión de alimentos como galletas y magdalenas sin azúcar en sus máquinas de vending, además toda una gran variedad de productos saludables que figuran bajo una etiqueta de color verde.

Según han manifestado desde la compañía “es difícil eliminar todos los productos con azúcar desde las máquinas, ya que constituyen una fuente de ingresos demasiado importante para el negocio”. Por el contrario, lo que sí pueden hacer es inculcar hábitos de consumo más saludables para que sea el usuario el que opte por algo más saludable.

Los alimentos con altos contenidos en azúcar, grasa y sal desaparecen de las expendedoras

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