“Crecí en la pobreza, y ahora sé que la educación es la única forma de salir de allí”

HOSTELVENDING.com 30/08/2017.- Fon Maex es el hijo de un minero. Hoy día es el CEO de Kim’s Chocolate, uno de los mayores productores de chocolate de Bélgica. Esta es la historia de cómo Kim’s Chocolate ha llevado la educación a 65.000 niños de Tanzania, un tributo a los padres de Fon.

Además, esta empresa tiene un largo recorrido en lo que se refiere a sostenibilidad, trabajando codo con codo con las plantas de fábricas más verdes de toda Europa. Así, desde el año 2010, Kim’s Chocolate está construyendo nuevas escuelas en la región de Mbeya (South Tanzania).  Fons Maex, fundador de Kim’s Chocolate, explica lo que Kim’s está intentando conseguir en Tanzania, y cómo su relación con Barry Calleabut ayuda enormemente a esta visión de sostenibilidad.

Mi primera visita a África: un abrupto despertar

"Fue en el año 2010 cuando viajé a África por primera vez”, relata: “Quizás parezca extraño, puesto que llevamos en la industria chocolatera desde el año 1987, pero en cinco años empezamos a preocuparnos más con las instalaciones de Kim’s Chocolate y no tanto con la fuente”.

No voy a mentir: visitar a los agricultores de cacao y ver las duras condiciones en las que trabajaban fue un despertar especialmente abrupto. En las fotografías, pueden verse los árboles de cacao en perfectas condiciones. Pero cuando estás en el suelo, puedes ver lo difíciles que pueden llegar a ser sus vidas. En el pueblo, la escuela de primera tenía más de un centenar de alumnos por clase. Se suponía que tenían que compartir tres libros de texto. ¿Cómo le puedes dar a nadie una educación decente con unos recursos tan limitados?

Aún queda eso dentro de mí. Mi padre era un minero, y toda nuestra familia era especialmente pobre. Mis padres trabajaban día y no che siete días a la seman apara poder alimentarme a mí, a mis cuatro hrmanos y a mi hermana, además de para concedernos una educación decente. Es por ello que conozco la importancia de la escuela.

En aquel momento, justo en frente de los habitantes del pueblo, me dije a mí mismo que es gracias a esta gente que tengo un buen trabajo, un buen coche, y gracias a ellos puedo irme de vacaciones. Comprendí lo que significaba para aquella gente vivir con la falta de higiene y de servicios médicos, y de cómo estaban expuestos a enfermedades como el cólera.

Ahí me di cuenta de que quería hacer algo.

Nuestro primer paso

Ha sido a raíz de estos sucesos cuando Kim’s comenzó a movilizarse para proporcionar una educación adecuada a esta población. En primer lugar, se donaron hasta 5.000 euros a la escuela del pueblo en la región de Mbeya para comprar 2.000 libros; pero una cosa llevó a la otra y al final se acabaron construyendo 2 nuevas clases en la escuela.

Sin embargo, este pueblo no era el único en tener ese problema, así que después de llegar notificación de otros lugares con una situación similar, se adoptó la costumbre de extender la ayuda.

Para el año 2014, ya se estaban construyendo 6 o 7 clases por año, pero aún quedaba mucho por hacer. Fue ahí donde a partir de una visita a Tanzania, cuando Fon descubrió que en los colegios había más de 100 estudiantes por clase. Eso significaba que al ritmo actual, tardarían cientos de años en solucionar el problema educativo, por lo que se decidió aumentar la cifra a más 100 clases por año para situar la meta temporal en 10-12 años.

Cuando Fon mostró sus intenciones, la gente se quedó petrificada, como si hubiese soltado una bomba.

De 2 clases a 1.800

Por supuesto, para este proceso contaron con la ayuda de otros agentes: fabricantes de cemento y pinturas se unieron a la causa. Pero el proyecto necesitaba más fondos, y ahí es donde encontraron al partner perfecto: Barry Callebaut’s Cocoa Horizon, un programa que desde el año 2011 ha estado trabajano para encontrar una buena solución.

Y es que, puesto que Kim’s Chocolate lo estaba haciendo realmente bien, constribuímos con una cantidad decente de dinero y le contamos a Barry Callebaut qué es lo que deseábamos para el distrito de Mbeya en Tanzana.

Aumentando la productividad a través del entrenamiento de los agricultores

Al final, gracias al acuerdo con Barry Callebaut, también se acordó invertir para te los excedentes en mejorar la productividad de los agricultores, de tal forma que también ganasen más dinero. Comenzamos lentamente a finales de 2015, aunque actualmente estamos a pleno rendimiento.

Como resultado, de forma parlela a la construcción de las escuelas, no han dejado de incentivarse cursos de formación de la mano de Barry Callebaut: “Están ayudando a comprender la necesidad de plantar nuevas plantaciones de cadao para remplazar las viejas, con árboles menos productivos. Para tal fin, hemos distribuido hasta 120.000 semilleros en 2016, una cantidad que ascendió a 145.000 este añ.

Sin duda ha sido una gran relación, incluso si a veces no resulta un partner sencillo. Hemos encontrado en Barry Callebaut un gran jefe, y me dijo: “Por favor, ayúdanos mediante este desafío. Tenemos un plan para sacar a todos estos agricultores de la pobreza, y deseamos tener éxito.

Un tributo a mis padres

A lo largo de estos últimos 7 años, esto se ha convertido en proyecto de grandes dimensiones comparado con mi ambición temprana de proveer de una buena educación en un solo pueblo. Para el año 2018, tenemos previsiones que superan los 700.000 euros de ayuda. En cierto sentido, encargarme de este proyecto me ha convertido en algo tan importante como gestionar Kim’s Chocolate.

Pero en realidad, esto es aún mayor que Kim’s Chocolate. Esto es lo mejor que he hecho jamás. Todavía hay momentos en los que pienso por qué estoy haciendo esto: lo hago por lo que hicieron mis padres conmigo y mis hermanos. No puedo imaginar mayor tributo hacia mis padres que este.

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