Automatización, inteligencia artificial y vending, ¿destrucción o creación de empleo?

¿Por qué la biometría está transformando el vending?

HOSTELVENDING.com 05/11/2018.- En España, cuando hablamos distribución automática, automatización de servicios o inteligencia artificial, rápidamente habrá un segumento de la población que asimila estas ideas a la destrucción inmediata de puestos de trabajo, ¿pero hasta qué punto es este miedo infundado?

Según el estudio de PwC  “Will robots steal our jobs?”, de  aquí al 2030 a España le queda mucho por experimentar y son bastante bruscos los cambios que amenazan el 35% de los puestos de trabajo, que en los años venideros serán susceptibles de automatizarse.

De momento, es posible distinguir hasta tres oleadas: la primera, de aquí a 2020, es conocida como la Ola del Algoritmo,  y se refiere a las tareas de computación y análisis de información; la segunda, hasta el 2025 aproximadamente, es la Ola del Aumento, referida a interacciones dinámicas y movimientos físicos de la robótica; y la última, hasta el 2030, conocida como la Ola de la Autonomía, será una fase que llegue a la resolución de problemas por parte de la inteligencia artificial en tiempo real. Pues bien, las estadísticas vaticinan una destrucción del 3%, 21% y 34% del empleo en cada una de dichas etapas para el caso de España.

Lógicamente, el sector que se verá más afectado será el secundario, donde fabricantes y productores podrán recortar hasta el 45% de su plantilla. Por su parte, el retail tampoco se queda atrás, habiendo estimaciones de una pérdida del 35% de la mano de obra actual.

Construcción, educación y trabajo social también serán susceptibles de automatizarse, aunque en cifras que ya no afectan a la industria del vending.

Por nivel de estudios, también puede llegar a sorprender el tipo de empleo que se va a destruir. Así, durante la primera oleada (análisis y computación), mayormente se destruirá el empleo de las personas con un nivel de estudios más elevado; en la segunda fase (tareas manuales e interacción), se destruirá el empleo de personas con una formación media; y en la última (resolución de problemas), la destrucción de empleo será masiva para las personas sin cualificación.

La IA y la robotización en el vending

¿Qué es lo que sí afecta a nuestro sector? Básicamente todos los procesos que estén involucrados en el retail y en la venta al por menor, y es que como ya estamos viendo, las nuevas formas de consumo y los modelos de negocio emergentes apuntan todos en la misma dirección: más calidad de servicio, en entornos más “humanos”, pero con el mínimo de personal.

Así, si tuviésemos que “traducir” cada una de las oleadas descritas anteriormente al vending, estas podrían ser las adaptaciones que vamos a vivir:

·Oleada Algorítmica (2020): Recordamos que esta es la fase de la computación y el análisis de big data, por lo que se tratará de una etapa para el vending donde está previsto que los sistemas de telemetría finalmente se acaben imponiendo en la toma de decisiones. Igualmente, la IA podrá asumir la labor de marketing dentro de las expendedoras a través de una interacción directa con el consumidor.

·Oleada del Aumento (2020-2025): De esta oleada se espera que cambie especialmente la dinámica de muchos puestos de trabajo que serán finalmente robotizados. Hablamos de tareas manuales, rutinarias y repetitivas por parte de sistemas automáticos que, de un modo u otro, necesitarán ser asistidos por personas. En definitiva, será un momento en el que las interacciones sociales pasen a estar del lado de las máquinas. Este es el caso de supermercados, micromarkets, taquillas inteligentes o restaurantes automáticos, que contarán con una labor de reposición humana pero vivirán el resto de procesos sin intervención humana más allá de la del consumidor final.

·Oleada Autónoma (2025-2030): En esta fase los sistemas automáticos no solo harán las tareas rutinarias, sino que además podrán hacer ciertos trabajos físicos que involucren movimientos y desplazamientos. Se espera de esta fase que la robótica también adquiera un carácter más humano a través de simulaciones. Aún hoy es difícil saber cómo afectará esta oleada al vending, aunque de momento todo apunta a que podría ser un motor decisivo dentro de la parte logística de los operadores y fabricantes del sector.

En definitiva, cada una de estas fases supondría un nuevo avance en la distribución automática: la primera, ayudando a la gestión del negocio; la segunda, a la forma de explotar las máquinas; y la tercera, a la automatización de procesos desde mucho antes de llegar al consumidor final.

Riesgos y amenazas para el empleo

No cabe duda de que son múltiples las ventajas de contar con nuevos formatos de consumo y aprovechar al máximo el rendimiento de espacios a los que difícilmente se les podía sacar algo de rentabilidad, pero para los detractores de la robotización, esta situación podría asestar un duro golpe a la economía y a la situación laboral de miles de personas en toda España.

De hecho, España se encuentra dentro de los países más susceptibles de ser automatizados, pero sin que por ello sea uno en el que se vaya a perder mayor número de puestos de trabajo (en relación a otros países).  Todos los datos apuntan a que esta destrucción masiva del empleo por parte de la automatización, también vendrá acompañada por la creación de nuevos puestos de trabajo.

Por ejemplo, para el caso de China, se estima que se destruyan un 21% de los puestos de trabajo del sector servicios, pero que al mismo tiempo se creen un 50%; en construcción desaparecería el 25% y se crearía un 48%; y en la industria se perderían un 36% pero se ganarían un 39%. En los tres casos, como puede comprobarse, el saldo es positivo.

En el sector servicios se espera que sea el que cuente con mayor impacto positivo, donde el desarrollo de la IA y de las tecnologías relacionadas solo sustituyan al 21%de los puestos de trabajo, que se compensarían con la creación de 169 millones de empleos.  Esto refleja, en parte,el hecho de que muchos servicios requieren un alto nivel de habilidades interpersonales, lo que hace que los empleados no puedan ser sustituidos fácilmente por robots. En el impacto positivo en la creación de empleo neto tendrá también mucho que ver las favorables expectativas de crecimiento que tiene el sector para los próximos años, en la medida en que China está en un proceso de transición de una economía exportadora a otra de consumo y de servicios.

Por su parte, en el sector industrial, a pesar de que las estimaciones apuntan a que  la Inteligencia Artificial tendrá un impacto relativamente neutro en el empleo neto, la naturaleza de las nuevas ofertas de empleo cambiará drásticamente como consecuencia de  estas tecnologías. China ya es el primer país del mundo en la compra de robots industriales: en 2016, aglutinó el 30% de las ventas totales, según datos de la Federación Internacional de Robots.

Estos números seguirán creciendo a medida que los robots sean cada vez más precisos, adaptables e incluso capaces de completar más tareas que los humanos. Además, China es cada vez más innovadora y menos imitadora, lo que causará un crecimiento histórico en la demanda de tecnologías de fabricación.

La conclusión que se puede sacar de todo esto es que la automatización y la robotización por sí mismas no tienen por qué destruir el empleo, algo que sucedería únicamente si los actores empresariales de España dejasen de innovar y de invertir en nuevas fórmulas para seguir creciendo.

De un modo u otro, este es el escenario que, por seguro, experimentaremos en la próxima década con todo un universo de posibilidades para el vending. ¿Encontraremos una nueva edad dorada para la distribución automática?

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