Los Planes Renove se olvidan del vending
HOSTELVENDING.com 26/02/2015.- Hay subvenciones para cambiar de vehículo, para comprar electrodomésticos, renovar calderas y aires acondicionados, acondicionar ascensores, modificar fachadas y ventanas, hasta para cambiar neumáticos, maquinaria industrial o implementar mejoras tecnológicas en las pymes.
Las ayudas públicas llegan de manera pausada a los diferentes sectores productivos con el objetivo de incentivar las ventas, mejorar la comercialización de maquinaria nueva e impulsar la adquisición de equipos más modernos, eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, no todos tienen la suerte de recibir dinero a fondo perdido para mejorar su competitividad y estimular el consumo en el segmento que ocupan y el vending es uno de ellos.
Hace pocos días, la Federación Española de Hostelería destacaba las iniciativas puestas en marcha por diferentes comunidades autónomas para impulsar planes específicos de apoyo al sector, unos estímulos que habían solicitado durante la pasada edición de Hostelco.
La Fehr se refería al Plan Renove de maquinaria industrial de la Comunidad de Madrid dotando con 610.000 euros para promover la modernización de los equipamientos de las empresas a fin de mejorar las condiciones de seguridad y la prevención de accidentes laborales; al diseñado por el Gobierno Vasco a través de la Sociedad para la Promoción y la Reconversión Industrial, dotado con 9,5 millones de euros, o al que se pone en marcha en la Comunidad Valenciana este mismo mes de febrero.
Esta misma semana, las patronales de fabricantes y distribución de electrodomésticos reivindicaban planes parecidos por parte del Gobierno para paliar las caídas de hasta el 50% registradas en las ventas en los últimos años y aprovechar la tendencia al alza con que cerraban 2014.
Algunos de estos planes pasan muy cerca de la industria del vending, al menos en lo que se refiere a la fabricación de equipos. Como empresas productoras de bienes y maquinaria industrial, en el caso de Madrid aquellas pymes que ejerzan una actividad económica correspondiente a las secciones B y C de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas 2009 pueden optar a la subvención para invertir en maquinaria y equipos productivos siempre que el importe mínimo se aproxime a los 15.000 euros, mientras que en el caso del País Vasco, la maquinaria debe alcanzar un valor de 70.000.
Tampoco todos los fabricantes de máquinas y productos para el vending pueden optar a estos incentivos, pero al menos tienen una oportunidad. Donde prácticamente no las hay es del lado del operador.
A pesar de que hay alrededor de 600.000 expendedoras instaladas en nuestro país, muchas de ellas con una antigüedad considerable y que tan solo el año pasado se vendieron más de 14.000 nuevas máquinas, no existe intención de facilitar el camino a estos empresarios para que inviertan en equipos mejores, más eficientes, más modernos y con más capacidad de generar ventas.
Instalada en el ámbito de los servicios, la venta y distribución automáticas, al igual que la hostelería o la venta al por menor, está prácticamente condenada a subsistir con lo que tiene y lo que genera. Poco importa que el alcance y la repercusión sobre el consumidor sea incluso mayor que la que tiene la compra de coches o electrodomésticos, el vending por ahora se queda fuera de la ayudas púbicas como nos confirman desde Aneda.
Podemos coger como ejemplo los beneficios que apunta el sector de los electrodomésticos para justificar una nueva ayuda, ventajas que en muchos casos se puede aplicar al vending. En el informe presentado junto a la reclamación de un nuevo Plan Renove se estudian el ahorro que supondría para el consumidor o la recuperación de la industria española e I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación), entre otros.
Desde la organización afirman que la sustitución de un frigorífico-congelador de más de 10 años por uno de alta eficiencia (A+++) puede suponer para el consumidor un ahorro anual en la factura eléctrica entre 100 y 200 euros, lo que en conjunto con los demás electrodomésticos de uso habitual puede llegar incluso a los 350 o 400 euros anuales, ya que el 50% del consumo eléctrico del hogar corresponde a los electrodomésticos. Una analogía que bien podría aplicarse al local o empresa que tiene instalada una máquina expendedora antigua y que podría cambiar por una más eficiente.
Además, los productos ayudarían a cumplir los objetivos medioambientales del Gobierno impuestos por la legislación europea, como reducir en un 20% el gasto energético hasta el 2020. Mientras que en Europa la venta de productos eficientes está en el 40%, en España se encuentra en torno al 27%.
Por el momento, las únicas iniciativas que existen al respecto llegan de la mano de las propias empresas del sector que anuncian como Planes Renoves campañas para la sustitución de equipos antiguos por maquinaria o componentes nuevo con descuentos importantes, pero poco más. No estaría mal poner en marcha uno específico y ver qué sucede.
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