Un viejo sistema para una idea nueva: la expendedora a pedales

Feria de vending tras feria, nos maravillamos con las novedades tecnológicas con las que el sector nos va preparando lo que será la venta automática del futuro. Sin embargo, al igual que hizo Enric Bernat cuando se le ocurrió añadir un palito a un caramelo (inventando el mundialmente famoso Chupa-Chups), otro ingenioso catalán ha vuelto a lo básico y ha desarrollado una ingeniosa idea: la expendedora a pedales.
El invento en cuestión, como uno podría pensar en primera instancia, no consiste en que un sufrido operario tenga que activar la máquina con el pedaleo de una bicicleta cada vez que alguien quiera sacar una bolsa de patatas. Al contrario, es el cliente el que tiene "darle al pedal" si quiere ganarse el premio.
A través de una bicicleta estática conectada al dispensador, el cliente debe pedalear hasta haber quemado el número de calorías equivalente al aporte energético del producto que le dispensará la máquina de forma gratuita, que no es otro que turrones y polvorones. La idea, por tanto, es utilizar el vending como medio de publicidad para captar la atención del cliente en espacios públicos, a la vez que se promociona un estilo de vida sana.
El ingenio mecánico se puede probar en el centro comercial L'illa Diagonal de Barcelona hasta el final de esta semana.














