Aunque no lo parezca, las Pringles no son patatas fritas

Las Pringles, ese curioso ‘snack’ famoso por su envase con forma de tubo, no son patatas fritas.
Así lo ha dictaminado el Tribunal Supremo británico al explicar que este aperitivo tiene una “forma artificial” y que contiene menos del 50% del que debería ser su principal componente, la patata. Según publica la BBC, el resultado de tan extraña noticia es que las Pringles, en todos sus sabores, van a quedar exentas de impuestos. Gracias a esta decisión, la empresa Procter&Gamble (P&G) ahorrará millones de libras.
P&G ya recurrió una decisión anterior del VAT and Duties Tribunal (Tribunal del IVA y otros impuestos), por la cual, este ‘snack en tubo’ estaba obligado a pagar un IVA del 17,5% porque “era un producto de patata frita” y no podía quedar exento de impuestos.
Sin embargo, la empresa insistió en que su producto estrella no era similar al resto de las tradicionales patatas fritas por su “forma regular” que no se encuentra en la naturaleza, su “color uniforme” y porque se “deshacen en la boca”. El fabricante añadió que sólo las Pringles contenían harinas y son empaquetadas en envases con forma de tubo.