¿Cómo legislan el azúcar cinco países diferentes y cuál es la recomendación de la OMS?

HOSTELVENDING.com 21/08/2017.- De acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en octubre de 2016, los impuestos a las bebidas azucaradas ayudan a reducir el consumo de estos productos y también la prevalencia de la obesidad, la diabetes de tipo 2 y la caries dental.

Según este documento, titulado “Fiscal policies for Diet and Prevention of Noncommunicable Diseases (NCDs)”, las políticas fiscales que conducen a un aumento de al menos el 20% del precio de venta al público de las bebidas azucaradas podrían redundar en una reducción proporcional del consumo de estos productos. La OMS cita, además, “pruebas sólidas” de que los subsidios para reducir los precios de las frutas y verduras frescas pueden ayudar a mejorar la dieta.

El menor consumo de bebidas azucaradas implica una reducción de la ingesta de «azúcares libres» y de la ingesta calórica total, una mejor nutrición y una disminución en el número de personas que presentan sobrepeso, obesidad, diabetes y caries dental.

Los «azúcares libres» son los monosacáridos (como la glucosa y la fructosa) y los disacáridos (como la sacarosa o azúcar de mesa) que añaden a los alimentos y las bebidas los fabricantes, cocineros y consumidores, así como a los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los zumos (jugos) de frutas y los zumos a base de concentrado.

A raíz de esta información, en Hostelvending hemos hecho un recorrido a través de las diferentes regulaciones sobre el azúcar que se están llevando a cabo en cinco países.

• México: El impuesto que decretó el Gobierno mexicano a la bebidas azucaradas en 2014 fue aprobado con mucha reticencia por los propios legisladores, pero finalmente pasó. A fin de atajar los problemas de obesidad y diabetes, el Gobierno introdujo un impuesto del 10% a las bebidas azucaradas.
• Francia: El país galo prohibió el pasado mes de enero la distribución ilimitada (gratuita o no) de bebidas azucaradas o con edulcorantes sintéticos. Esta nueva normativa perjudica, sobre todo, a los establecimientos que ofrecen el conocido sistema free refill (relleno gratuito).
• EE.UU.: En mayo, Estados Unidos anunció que impondría un impuesto del 50% a los refrescos y un impuesto del 100% a las bebidas energéticas como parte del nuevo plan fiscal anunciado esta mañana. Este impuesto se aplicará directamente al precio de venta del producto y empezará a surtir efecto a partir del cuarto trimestre de este año. En 2016 conocimos que la ciudad de Berkley (California) fue de las primeras ciudades que estableció un impuesto a las bebidas azucaradas. El informe contrasta la reducción en consumo de bebidas azucaradas en Berkeley con el incremento en el consumo de estas bebidas de 4% en el mismo periodo en las ciudades vecinas de San Francisco y Oakland. Más tarde, San Francisco incluía un etiquetado especial en las bebidas azucaradas advirtiendo de los peligros de su consumo, poniéndolas al mismo nivel del alcohol y el tabaco.
• Dinamarca: En 2011, el gobierno danés aplicó un impuesto sobre la comercialización de determinados alimentos que contuvieran una determinada proporción de grasas saturadas en su composición. En concreto, los alimentos objeto del impuesto, son aquellos que poseen en su composición más de un 2,3% en forma de grasas saturadas, con independencia del origen del alimento. Sin embargo, un año después, el gobierno dio marcha atrás y abolió el impuesto ya que fue duramente criticado por: haber aumentado los precios de consumo, por aumentar los costes indirectos de las empresas productoras y por poner en peligro el puesto de trabajo de algunas personas.
• Reino Unido: Tal y como contamos en Hostelvending hace unas semanas, las bebidas azucaradas, los snacks hipercalóricos o los chocolates de confitería se encuentran completamente vetados de las máquinas expendedoras. Todo este tipo de restricciones se encuentran recogidos en el Plan de Comida en los Colegios (School Food Plan)de la Agencia de Estándares de Alimentación (FSA, por sus siglas en inglés) a través de una batería de medidas que entraron en vigor en enero de 2015. Además, el gobierno británico anunció que en 2018 aplicará un impuesto a las bebidas azucaradas que pagarán las mismas compañías. Afectará a las bebidas con más de cinco gramos de azúcar por cada 100 mililitros y quedarán exentos los productos lácteos y a los zumos de frutas.