¿Cuánto pierde realmente un operador por cada transacción por tarjeta?

HOSTELVENDING.COM 21/11/2025.- Las tarjetas son imprescindibles en cualquier comercio (incluido el unattended), pero su coste sigue siendo un punto ciego para muchos operadores. Entre bancos, redes y pasarelas, una sola transacción puede acumular múltiples comisiones que reducen márgenes sin que el negocio sea plenamente consciente.
Pagar con tarjeta, qué gesto tan cotidiano; aunque rara vez se cuestiona su coste real (desde el punto de vista del negocio). Para cualquier comercio, operador o negocio "automatizado", ofrecer este método es imprescindible (a día de hoy, perderíamos la mayoría de las ventas si no lo implementásemos); ahora bien, también supone un gasto que, sumado día a día... ¿puede erosionar la rentabilidad?
A este interrogante trata de dar respuesta Automated Transactions, especialistas en el desarrollo de sistemas de pago, quienes señalan que la mayoría de empresas piensa solo en la comisión visible del TPV. Sin embargo, en cada transacción intervienen varios factores: el banco emisor, la red (Mastercard o Visa), el adquirente que facilita el TPV físico o virtual y, en muchos casos, una pasarela adicional (Stripe, Ayden, RedSys...). Cada uno añade su parte, siendo el resultado final más elevado de lo que muchos negocios calculan.
En España y Europa, el rango típico de coste para tarjetas nacionales, según indica Automated Transactions, oscila entre el 0,4% y el 0,9%. Y, claro, teniendo en cuenta que la mayoría de negocios del sector mantienen precios del "vending clásico", el impacto puede dispararse en operaciones con tarjetas corporativas, extranjeras o emitidas fuera de la UE, donde superar el 2% por transacción es habitual.
Por eso, no nos sorprende cuando vemos que cada vez más operadores exploran alternativas de coste variable como SEPA Direct Debit, wallets locales como Bizum o modelos híbridos que permiten reducir ese coste de comisiones en clientes recurrentes o volúmenes elevados. Si pensamos en miles de cobros mensuales, la reducción de una décima puede traducirse en un ahorro anual a tener en cuenta. Es una cuantía que deja de ir a las comisiones y permanece dentro del negocio.
La pregunta es, ¿sabemos realmente cuánto nos cuesta cada tipo de tarjeta? La mayoría de comercios no tiene un desglose claro del coste según la naturaleza del medio de pago, ni compara las tarifas aplicadas por cada proveedor. Debemos entender que conocer esta estructura es parte esencial de cualquier estrategia financiera.
El pago con tarjeta continuará dominando el mercado; no obstante, su coste no tiene por qué ser una variable opaca. Para los operadores y comercios que ya trabajan a nivel intensivo con cobro electrónico, conocer este dato podría marcar la diferencia entre mantener márgenes positivos o seguir cediendo rentabilidad.














