El reto viral de comer solo de máquinas expendedoras en un parque de atracciones

HOSTELVENDING.COM 21/05/2025.- ¿Qué ocurre cuando se unen un parque de atracciones, un grupo musical popular y smart vending? El resultado es un desafío viral en RRSS, una ventana del unattended actual y una experiencia de usuario que va más allá del simple “picoteo”.
Esto es justo lo que ha logrado Vendingland, compañía holandesa operadora de restauración automática, en su colaboración con los Bankzitters, una boyband neerlandesa.
En su último vídeo, grabado en el parque familiar Drievliet, la protagonista no es la música, sino el vending. Así, los Bankzitters se dividen en equipos para enfrentarse en el siguiente reto: comerse todo lo que salga de las máquinas expendedoras del recinto. Pero antes, tienen que ganar el dinero necesario compitiendo en atracciones del parque.
El reto pone a prueba su capacidad de adaptación gastronómica; y al mismo tiempo, demuestra lo versátil que puede llegar a ser el unattended actual: snacks clásicos, productos inesperados... Cada máquina decide lo que va al plato, como ellos mismos comentan:
“Hoy pasaremos por delante de las máquinas expendedoras y comeremos todo lo que salga rodando. Un concepto genial, en nuestra opinión.”
Revolut se cuela en las máquinas automáticas
En esta colaboración hay una tercera pata: el sistema de pago. Y es que, una de las claves del vídeo es mostrar la fluidez con la que los participantes compran en las máquinas. Ahí es donde entra Revolut: todas las máquinas de Vendingland están equipadas con sistema de pago mediante Revolut.
Por su parte, la compañía operadora de foodtech suministra soluciones inteligentes, modernas y conectadas, capaces de funcionar 24/7 sin necesidad de personal de catering. Su objetivo es claro: ofrecer soluciones que se adapten a todo tipo de ubicaciones —parques de atracciones, centros de trabajo, instalaciones deportivas, entornos turísticos…— y que, en palabras de la empresa, "cubran necesidades reales".
El éxito del vídeo (con miles de visualizaciones en sus primeras horas) podríamos interpretarlo como una señal: la restauración automática, cuando se presenta en clave de experiencia (y no como un frío recurso) puede conectar con los usuarios más jóvenes, digitales y, sobre todo, más exigentes.