Errores en los precios, un fallo más habitual de lo recomendable para el vending

HOSTELVENDING.com 09/01/2017.- Para medir la profesionalidad en el vending utilizamos muchos parámetros que van desde la capacidad de respuesta cuando se detecta una avería a la cercanía con el cliente final. Hay muchos factores que influyen en el servicio y también en la rentabilidad de un negocio que se mueve en unos márgenes muy pequeños.
La gestión de los precios es uno de los pilares básicos de este negocio y cualquier fallo en este apartado deriva en una pérdida de ingresos o una desconfianza por parte del cliente que, a la larga, también desemboca en menos entrada de dinero en la máquina.
Y es que no nada raro que se produzcan errores en la configuración de los precios de los productos en la máquina, una tarea que se encomienda a la persona que repone y que, en los casos en los que no se cuenta con cierta tecnología, no se puede modificar sin otra visita a la localización y siempre que alguien se dé cuenta de la equivocación.
Puede parecer una nimiedad, incluso un problema sin importancia, pero cuando nos referimos a productos que pueden estar vendiéndose casi al mismo precio de coste por no haber actualizado el precio del canal, las pérdidas pueden ser considerables y continuadas en el tiempo.
Desde Hostelvending lo hemos comprobado en diversas máquinas, algunas de ellas con importantes errores y ubicadas en espacios de gran tránsito y, por tanto, con un elevado volumen de negocio, como pueden ser los hospitales. Un mismo producto, agua de la marca Solán de Cabras, que en un canal cuesta 0,80 euros y en otro 1,50 euros.
Una falta de atención a la hora de rellenar la máquina y la carencia de un sistema de telemetría que permita gestionar los precios de manera remota están detrás de este desajuste que puede darse en diferentes canales y que si es percibido por el consumidor genera mala imagen (si es el que sale perdiendo) y falta de profesionalidad.
No siempre los cambios de producto en el canal suponen un cambio en los precios, pero en los casos en los que se da es imprescindible la comprobación por parte del operador o técnico para asegurar que se adecua al artículo. Es una regla básica que no siempre se cumple, es más se incumple en un número de casos mayor del que cabría esperar, solo que no siempre acaba en una pérdida para el gestor del punto de venta, ya que a veces el fallo puede ser a su favor, ni tampoco se hace evidente al consumidor final.
Sin embargo, la correcta gestión de precios forma parte de cualquier política de calidad y profesionalidad de la empresa operadora y debe ser una prioridad para no generar conflicto ni dentro de la empresa ni para con el consumidor avispado.
Con las nuevas tecnologías y la posibilidad de gestionar los precios de manera remota se han aportado nuevas herramientas para el control de esta parte del negocio. Se puede ejercer una supervisión externa del trabajo diario del operario en este sentido, corrigiendo esos posibles errores involuntarios de manera rápida y sin generar ningún coste por traslado o pérdidas a la empresa. Pero todavía hay un gran volumen de máquinas expendedoras que no cuentan con esta opción y que permiten que una misma chocolatina cueste un euro en un canal y dos euros en el de al lado.
La limpieza de las máquinas, una carta de presentación con graves deficiencias en el vending














