La distribución automática salva a los negocios de los bajos precios de la leche

HOSTELVENDING.COM 09/05/2022.- Esta caída en picado de los precios de la leche a nivel mundial han obligado a buscar nuevas soluciones de negocio basadas en el autoservicio y el unattended.
Una crisis en la cadena de producción y suministro que se remonta a finales de 2021, y que ya en su momento obligó a proveedores de la industria alimentaria a subir está los precios de los productos.
A esta se suma otra problemática, la crisis láctea que sufre el sector, acrecentada por dicho aumento de los costes. Tal y como recoge el Informe mensual de coyuntura elaborado mensualmente por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, en este mismo mes de 2021 el umbral de rentabilidad de la leche se ubicaría en 37,35 céntimos por litro; al tiempo que el precio percibido como media ha sido de 33,24 céntimos por litro.
Por otro lado, la crisis surgida tras la invasión de Rusia en Ucrania también ha tenido su eco en las cuentas de los ganaderos y agricultores, que han sufrido una subida del precio de los insumos sin precedentes.
En ese sentido, esos precios a la baja de la leche a nivel global demandan la búsqueda de nuevas soluciones radicales y que evolucionen a una industria que necesita más que nunca rentabilidad. Es ahí donde el sector primario encuentra en la distribución automática el antídoto a su crisis.
Hablamos de casos como los de una granja británica ubicada en Biddulph Moor. Jess Bailey, la dueña del negocio lácteo familiar, ha notado resultados positivos en pocos meses gracias a la implementación de una máquina automática.
La granja lechera se salva gracias a una máquina expendedora de batidos
La máquina expendedora, que corre a cuenta de la compañía fabricante española Jofemar, dispensa batidos frescos de forma completamente desatendida y a cualquier hora del día.
La idea de instalar la máquina automática llegó cuando Bailey observó que en otras granjas y empresas ganaderas ya estaban funcionando con soluciones de la distribución automática, y que estas les permitía tener un negocio 24 horas los 7 días de la semana, así como eliminar las barreras del precio impuestas por los supermercados.
Y es que, con esta medida Jess Bailey ha intentado equilibrar los precios recibidos por parte de los supermercados, que no compensan “las largas horas de trabajo”.
Bailey, que relata la gran rotación de los productos en la máquina, confiesa que la primera vez que abrieron fue un poco “desesperante, porque no sabíamos si iba a ser algo popular o no". Hoy, las dudas se han disipado.
Ahora, la máquina expendedora, ubicada en la entrada de la granja, ha permitido a la familia obtener ese dinero extra; ganándose el afecto de sus dueños y de los vecinos de la localidad.
La máquina sirve cuatro sabores de batidos, además de leche normal, y lleva funcionando desde Semana Santa.














