La lucha de una operadora de vending asturiana contra los vándalos

HOSTELVENDING.com 19/04/13.- Carmen Álvarez, una operadora de vending asturiana, ha visto como les destrozaban dos máquinas cuatro veces durante los meses de marzo y abril.
El pasado fin de semana, los vándalos destrozaron las dos máquinas de vending que Carmen tiene instalada en un pequeño local en una calle de Cimadevilla, el barrio histórico de Gijón, en el que cada fin de semana miles de jóvenes se concentran en el botellón. Las máquinas están situadas en un pequeño local de 80 metros cuadrados abierto a la vía pública y una parte del cual está dedicado a almacén para los productos que están a la venta.
'El botellero tiene cinco carriles para latas de refresco y botellas de agua y quedó destrozado, quedó fuera de funcionamiento. La rompieron a patadas. Además, intentaron forzar la otra máquina, la de snacks, pero está reforzada con un metacrilato de un centímetro de grosor y aguantó, aunque incluso intentaron quemarla con un mechero', explicó Carmen Álvarez a Hostelvending.
El daño económico causado a esta profesional autónoma que comenzó en el vending en el verano de 2012 es cuantioso. 'Destrozaron el botellero y se llevaron las latas de bebidas y el dinero que había en la caja. El daño puede alcanzar los 200 euros', explica.
El rosario de ataques que han sufrido sus máquinas se ha venido reproduciendo durante los meses de marzo y abril. En el primer ataque, le rompieron la máquina de refrescos y tuvo que pagar la reparación e instalación de una pantalla de metacrilato, sufriendo daños por 500 euros. En los dos asaltos posteriores, dañaron una de las máquinas metiendo un palo por el hueco donde salen las bebidas y entraron en el pequeño almacén robando un total de 65 productos. Finalmente, se ha producido el asalto del pasado fin de semana.
La asociación de vecinos de Cimadevilla, donde están las expendedoras, ha solicitado de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía un refuerzo de las patrullas en la zona, sobre todo, las noches de los fines de semana. La joven está planteándose vigilar ella misma las máquinas y costearse unas rejas para instalarlas, pero le supone un notabe esfuerzo económico, ya que "para mí la rentabilidad de esto es muy pequeña. Me garantizo sacar para la licencia de autónomos y poder seguir haciendo mis trabajos como bióloga freelance. Lo hice con la ayuda de mi madre, a la que recurrí para que me ayudara a obtener unos ingresos'.
Carmen comenzó a explotar las máquinas expendedoras en agosto de 2012 y tuvo que hacer una inversión de 12.000 euros en las dos máquinas de vending más instalar la estructura donde situó a estas.
Más cámaras para vigilar destrozos en las máquinas expendedoras














