La textura como elemento transformador en la pastelería... ¿Y en el café?

HOSTELVENDING.COM 16/10/2024.- La elección de los alimentos se fundamenta en tres elementos esenciales: el sabor, la textura y la presentación. Si bien el sabor ha sido históricamente el factor predominante, la reciente encuesta de Puratos muestra que la textura ha comenzado a ganar protagonismo. ¿Ocurre lo mismo con las bebidas?
Del propio sabor, formatos alternativos hasta combinaciones exóticas; pero ahora, es el turno de la textura de los alimentos la que ha adquirido un papel protagonista en las preferencias de los consumidores, convirtiéndose en un elemento clave de la experiencia gastronómica. De acuerdo con la encuesta Taste Tomorrow de Puratos, un 69% de los españoles manifiesta su deseo de explorar productos con texturas diversas, sobre todo, en el segmento pastelero. Desde la creciente popularidad de las texturas “chewy” hasta la ligereza de lo hojaldrado, estas combinaciones innovadoras intensifican el placer de comer; al tiempo que añaden ese atractivo visual, aesthetic; un aspecto que cobra cada vez más relevancia en un entorno donde lo “instagrameable” es la norma principal.
Bastará con echar un vistazo a las redes sociales para comprobar que, en efecto, es la estética el gran motor de elección para consumir un producto u otro; sobre todo, cuando este se interpreta como "premium". La textura, que además de sentirse, se ve, será la clave para que las generaciones más jóvenes escojan ese pastel, dulce, hojaldre y... ¿bebida?
Continuando en el ámbito de la pastelería, principalmente, son dos texturas las que se están ganando el paladar (y la mirada) del consumidor: lo chewy y el crookie. En el primer caso, nos referimos a esa característica similar a la de las conocidas galletas de caramelo gochujang. Aunque ha sido menos común en la repostería occidental, su aceptación está en pleno ascenso. La textura “chewy” brinda una experiencia de degustación más prolongada y placentera, permitiendo que los sabores se asienten en el paladar y así intensificando el disfrute de los productos horneados.
Por otro lado, está la sensación “crookie”, un fenómeno popular en TikTok que combina un croissant clásico con masa de galleta de chocolate semi-horneada. Este crujiente croissant está relleno de masa “chewy” y trozos de chocolate, coronado con una galleta crujiente.
¿Podríamos trasladar esta tendencia al mundo del café?

Ahora bien, ¿por qué no incorporar estas tendencias a las máquinas automáticas de café? Esos coffee corners premium que ya permiten incluir toppings, mezcla de siropes, café especiales... Y es que, la incorporación de diferentes texturas en el café abre un abanico de posibilidades creativas. Porque la tecnología y el producto, están, y de hecho, ya existen diversos fabricantes de máquinas automáticas que proponen estas bebidas y su concepción de postre.
Por ejemplo, un café que combine la suavidad de una crema de leche espumosa con la untuosidad de un sirope de chocolate y avellana; o considerar la opción de añadir ingredientes con texturas “chewy”, como pequeños trozos de galleta o incluso malvaviscos, que aporten un contraste inesperado. Así, el café no solo se disfruta por su sabor; también por la variedad de sensaciones que ofrece al paladar.
Las combinaciones innovadoras transforman la percepción del café como una simple bebida caliente a un postre complejo y visualmente atractivo. Por ejemplo, un café con un toque de crema batida, una base de mousse de chocolate y una capa de crujiente de caramelo podría convertirse en una opción irresistiblemente “instagrameable”, y asociar estas opciones premium al mundo de la distribución automática.
A medida que los consumidores buscan más que solo un sabor en sus experiencias culinarias, el café tiene el potencial de reinventarse. En un momento en que lo visual y lo textural son esenciales, la fusión de diferentes ingredientes y texturas en el café enriquecen la experiencia de consumo, y hablando en términos empresariales, permiten elevar el valor del sector, de asociarlo a la sofisticación. Demostrar que el vending puede ser también aesthetic.














