Las marcas de lujo Ferrari, Gucci o Chanel abrazan el vending como escaparate

HOSTELVENDING.COM 07/08/2025.- A lo largo de los últimos tiempos hemos visto cómo marcas tan asociadas a los productos de alta gama como Chanel o Tiffany’s han recurrido al vending, bien como estrategia de marketing y/o publicidad o bien para vender directamente sus productos. En cualquier caso, vincular algo tan popular como la distribución automática a sus ‘inalcanzables’ productos les aporta un punto desenfadado y les acerca a un tipo de consumidor que, de otro modo, tal vez se sienta intimidado al entrar en una tienda de lujo.
Las máquinas expendedoras entran en el universo del lujo como herramienta de promoción, innovación y contacto directo con el consumidor. El caso de Ferrari en Milán no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia que se amplía a otras marcas.
Desde hace algunos años, su versatilidad las ha convertido en un soporte para la venta y promoción de productos no alimentarios, incluso en segmentos tan selectos como el del lujo. Así, incluso las marcas más exclusivas buscan nuevas formas de sorprender, conectar y contar su historia. El vending, bien entendido, ofrece justo eso: una experiencia singular, autónoma y cuidadosamente diseñada.
Ejemplo de ello es la máquina expendedora instalada por Ferrari frente a su tienda insignia en la Via Berchet de Milán. En pleno centro de la capital de la moda, junto al Duomo, la firma de Maranello ha apostado por una vending de diseño para ofrecer merchandising oficial de la marca: Gorras, llaveros, miniaturas, accesorios... Ofreciendo una manera de extender el universo Ferrari al transeúnte, sin necesidad de cruzar el umbral de la boutique, y de hacerlo con el mismo cuidado estético que en el interior de la tienda.
¿Qué busca una marca de lujo en el vending?
Lejos de banalizar el producto, estas iniciativas lo acercan al consumidor sin perder el aura de exclusividad. La clave está en el contexto, en el diseño de la máquina y en el tipo de producto ofrecido. En ese sentido, y como mencionan desde Confida, la distribución automática lujosa:
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Ofrece puntos de contacto inesperados.
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Potencia la imagen de marca como innovadora.
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Crea microexperiencias que mezclan tecnología, diseño y deseo.
Y a Ferrari se unen otras tantas como Gucci, que instaló una máquina en Tokio para vender accesorios de edición limitada; o Chanel, con sus máquinas automáticas en aeropuertos de Corea del Sur para distribuir muestras exclusivas de cosmética. A ellas se une Moncler y otras firmas de moda, quienes han recurrido al unattended para acciones promocionales durante Fashion Weeks.
Incluso en el terreno más pop del lujo accesible, marcas como Dior, BAPE o Fila han hecho uso del vending como parte de lanzamientos efímeros o colaboraciones especiales.
Diseño, tecnología y storytelling
La relación entre vending y lujo, más allá de lo funcional, se basa en una lógica de diseño y narrativa. Estas máquinas suelen tener acabados personalizados, pantallas interactivas o envoltorios de producto de alta gama. En muchos casos, son más escaparate que punto de venta, y su misión es generar recuerdo, atraer miradas y fortalecer la identidad visual de la marca.
Además, la automatización conecta bien con el perfil de consumidor joven y digitalizado que aprecia la inmediatez; también la estética y la singularidad. La distribución automática, en ese sentido, se convierte en una forma de retail emocional.














