Nueva evidencia científica sobre el efecto prebiótico del café

HOSTELVENDING.COM 02/06/2025.- Estudios recientes demuestran que los polifenoles del café, especialmente los ácidos clorogénicos, actúan como moduladores de la microbiota.
El consumo de café es necesario para comenzar el día en muchas personas. Forma parte de su rutina y es, antes que nada, el primer estímulo desde que despertamos y, en muchos casos, un momento indispensable. Porque sí, hablamos de momento, de un ritual en torno a la máquina (sea una superautomática, una prensa francesa, una moka, una máquina de cápsulas) y a un café que cada vez es más elevado en cuanto a tipología.
Este momento cobra aún más sentido cuando indagamos en la relación entre el café y la salud. Y no son pocos los estudios que ponen este vínculo de manifiesto: tenemos evidencias de su aporte en cuanto a salud cardiovascular, a la mejora de la función endotelial, a la protección de nuestro corazón.
Pues bien, también es un buen aliado para nuestro segundo corazón: el estómago e intestino, el reflejo directo de nuestro estado de ánimo. Así, el café, como bebida funcional, ahora continúa relacionándose con la nutrición. Esta vez, las investigaciones apuntan a su capacidad para actuar como prebiótico; en otras palabras, como nutriente para las bacterias beneficiosas del intestino.
Así lo indica Espressa Coffee & More, quien se hace eco del estudio “El café como alimento”, elaborado por el graduado en Nutrición Francisco Javier Real de Valle. Una investigación que se suma a la extensa bibliografía científica que defiende que esta bebida milenaria tiene mucho que aportarnos más allá del sabor y la energía.
Prebióticos, polifenoles y microbiota: La alianza más saludable
La microbiota intestinal es un universo complejo formado por microorganismos que vive en nuestro aparato digestivo y que cumple funciones en la digestión, el metabolismo, el sistema inmune y la protección frente a patógenos. Este ecosistema se inicia ya en el vientre materno y continúa desarrollándose a lo largo de los primeros años de vida.
A pesar de que su configuración es única en cada uno de nosotros, hay un factor común que puede bien alterarla o bien reforzarla: la dieta. Y es aquí donde el café entra en acción como superalimento prebiótico.
Hablemos entonces de los prebióticos, ¿qué son exactamente?, ¿son lo mismo que los probióticos? Bien, los prebióticos, a diferencia de los segundos, son componentes alimentarios no digeribles que estimulan selectivamente el crecimiento o la actividad de bacterias beneficiosas en el colon. Básicamente, la diferencia entre ambos es su función; a grandes rasgos, podríamos decir que los prebióticos son los alimentos de los probióticos.
Y, en este contexto, los polifenoles del café, especialmente los ácidos clorogénicos, actuarían como moduladores de la microbiota. Estos compuestos, además de tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, también contribuyen al equilibrio metabólico, regulando el pico glucémico y equilibrando rutas inmunológicas e inflamatorias.
Así que, apoyándonos en la ciencia, integrar el café como producto funcional en la oferta diaria es un paso más hacia la diferenciación y la puesta en valor del bienestar del usuario. Para el consumidor final, saber que su café diario también cuida de su microbiota puede marcar la diferencia. Y para el operador –o dueño del negocio-, es una narrativa potente con la que conectar con las nuevas demandas de salud, bienestar y nutrición.