Nuevas tensiones comerciales con EEUU amenazan las exportaciones de maquinaria

HOSTELVENDING.COM 12/06/2025.- Los aranceles impuestos por el gobierno de Trump sobre metales se han duplicado y siguen activos, además de una tarifa general complementaria. Además, EEUU aplica un arancel concreto del 20% a maquinaria de envasado europea.
La sombra de la política trumpista vuelve a oscurecer el comercio internacional: Estados Unidos continúa endureciendo sus aranceles con efectos directos sobre sectores ligados a la industria del unattended, como es la fabricación de maquinaria y sistemas de restauración automatizada.
Y es que, si bien los cambios aún no se han aplicado gradualmente, la incertidumbre se deja entrever en multitud de fabricantes europeos que exportan tecnología, soluciones completas o componentes al otro lado del charco.
Subida del 50% en metales y su impacto directo en equipamiento
El pasado 4 de junio, la administración estadounidense duplicó los aranceles aplicados al acero y al aluminio europeos, pasando del 25% al 50%.
Una medida proteccionista que golpea de lleno a fabricantes de máquinaria, como puedan ser las máquinas automáticas, expendedoras, superautomáticas, smart fridges o cualquier otra solución que dependa de estos materiales para su creación.
Para una máquina vending genérica, los costes de chapa metálica, estructura y módulos térmicos representan, según el sector, entre el 30% y el 50% del coste total. Así pues, cualquier coste extra en materias primas puede poner en peligro la competitividad de las empresas europeas frente a proveedores locales.
Aparte de los metales, EE.UU. mantiene un arancel del 20% sobre maquinaria de envasado y procesamiento manufacturada en la UE. Teniendo esto presente, si ya existían algunos hándicaps en las exportaciones de tecnología vending a EE.UU., estas políticas arancelarias podrían hacerlas inviables para muchas pymes que apenas estaban comenzando a ganar presencia.
El efecto dominó de la subida de costes
Por otro lado, si bien algunos contratos internacionales tienen en cuenta mecanismos de ajuste, estos nuevos aranceles incrementan los tiempos de espera, los costes de transporte asegurado y los requisitos de cumplimiento documental. Todo esto causa un efecto dominó en el que se encarecen las operaciones y, por tanto, exige la necesidad de revisar precios, márgenes y acuerdos con distribuidores estadounidenses.
En este escenario, de continuar así, las empresas con presencia en el mercado estadounidense tendrán que decidir si absorben el sobrecoste, lo trasladan al cliente final o reestructuran su cadena de suministro para fabricar o acoplar parte del producto fuera del espacio UE.
Mientras tanto, desde Bruselas se estudian posibles respuestas; si bien, de momento, se ha logrado retrasar la activación de nuevos aranceles adicionales, tras conversaciones entre la presidenta de la Comisión Europea y Trump.