Por qué el café de vending saldrá fortalecido del parón económico

Si nuestro negocio se basase siempre en términos macroeconómicos, la verdad es que no nos podrían ir mejor las cosas, según reflejan los últimos datos de la Organización Internacional del Café, correspondientes al mes de abril. Bajan los precios del café y la demanda permanece constante. ¿Qué más necesita un operador de vending de café? Pues, trabajo. Oficinas y fábricas abarrotadas de gente y calderilla en sus bolsillos.
Estamos en una situación “especial”, muy dura para la mayor parte de los sectores industriales, y fastidiosamente “llevadera” para las empresas de distribución de alimentos y bebidas, en especial, las operadoras de vending. En el caso del café, los servicios de OCS (Office Coffee Service) y vending de café en centros de trabajo se enfrentan a una paradoja:
Por un lado, las empresas que más sufren la crisis se ven obligadas a reducir drásticamente sus plantillas, lo que, evidentemente, conlleva un descenso en el número de tazas de café que se consumen a través de las máquinas automáticas.
Por otra parte, es sabido que en tiempos de crisis el consumidor tiende a prescindir de los productos más caros, sustituyéndolos por otros de características similares pero que tengan un precio más asequible. En este punto, el café de máquina tiene todas las de ganar con respecto a las cafeterías.
Las máquinas le ganan el pulso a las cafeterías
Cabe mencionar una estadística bastante significativa, extraída del último estudio de la Asociación Americana del Café, publicado por HostelVending.com. Según dicho informe, el número de consumidores que afirman tomar café en el trabajo permanece en valores similares a los del año pasado, alrededor del 18%. Sin embargo, cada vez son menos los que se sirven de los restaurantes y cafeterías en las pausas de trabajo. De este modo, sólo un 5% de estos consumidores utilizan el canal de las cafeterías, en comparación con el 8% del año 2008. Blanco y en botella... leche, ¿no?Si el número de consumidores de café en el trabajo permanece constante y las cafeterías pierden un 35% de clientes en este segmento, ¿quién está proporcionando café a esta gente? Dejando sitio en nuestra imaginación para otras posibilidades, como que el trabajador se lleve su propio termo de café al trabajo, parece que las máquinas automáticas están absorbiendo en los Estados Unidos un tipo de cliente que llega de rebote de las cafeterías.
El consumidor más desconfiado con los productos de vending, aquel que optaba por salir del centro de trabajo y comprar en estos locales un café a un precio mucho más alto que el de las expendedoras, se ha pasado al canal automático. Y después del gran salto que han dado los fabricantes – a día de hoy, el café de las máquinas más modernas no tiene nada que envidiar al de las mejores cafeterías – para una gran parte de estos consumidores, éste puede ser un paso definitivo. Otro vez el factor cualitativo del producto vuelve a jugar un papel fundamental a la hora de captar clientes. Más aún cuando el margen precio-coste es todavía ampliable con respecto al café de cafetería y se puede aprovechar la curiosidad/necesidad del nuevo cliente para acabar de convencerle.
Optimizar recursos
Es difícil no tener en cuenta los datos de las demás industrias a la hora de hacer la planificación de un negocio de vending, por más que no nos afecte la crisis al mismo nivel que, por ejemplo, la construcción o la automoción.
Hemos visto que, a pesar de ganar nuevos clientes para el canal automático, existen daños colaterales importantes derivados del crecimiento de la tasa de desempleo.
Son tiempos de trabajar más, sabiendo que se va a ganar menos, pero siendo conscientes también de que, una vez pase el chaparrón, podemos salir todavía mejor posicionados en el mercado. Y afinar la audacia... Ya no valen las plazas “basura”; las máquinas que se encuentren en localizaciones muertas son máquinas devoradoras de recursos y de tiempo. Como dicen los ingleses: “location, location, location”. Se hace, pues, necesario desprenderse cuanto antes de estos “marrones” y optimizar al máximo las plazas más rentables. Una máquina nueva en una buena ubicación es mucho más rentable que tres máquinas obsoletas en el medio de ninguna parte.
Es básico repasar nuestra cartera de clientes y explorar nuevos mercados; todos sabemos que las mejores oportunidades llevan aparcadas meses, o incluso años, en un folio, archivo o base de datos, ¡con nombre, apellidos, dirección y teléfono! Es posible que tengamos que emplear más horas de oficina; la economía es una continuación de diferentes ciclos y, ahora, es tiempo de invertir tiempo en limpiar la casa y hacer sitio a nuevos huéspedes. ¿Por qué no llamar a aquellos que un día contaron con nosotros pero que, por diferentes circunstancias, decidieron prescindir temporalmente de nuestros servicios? Ahora, más que nunca, es necesario recordar que seguimos aquí.
La publicidad, básicaRecientemente, HostelVending.com reflejaba en uno de sus artículos que varias firmas importantes, como Chocolates Valor o Galletas Fontaneda, habían apostado por anunciar sus productos en televisión, después de llevar años sin aparecer en el segmento más caro del panorama publicitario. Precisamente en este momento, estas empresas han optado por incrementar su gasto en promoción, dando prueba de que la notoriedad de la marca (el fin último de la publicidad) es más importante cuando la competencia da síntomas de flaqueza.
Sin llegar a los extremos de tener que gastar un dineral para salir en la tele, los empresarios del vending cuentan con varios medios, más accesibles y, muchas veces, más efectivos, que la propia “caja tonta”. Desde la prensa sectorial hasta los paneles de las máquinas de café, los vasos o, incluso, las paletinas, los espacios que pueden captar la atención de un nuevo cliente son múltiples. Dejarse asesorar en este sentido es fundamental. Aunque contamos con áreas suficientes para promocionar, de un modo asequible, nuestros productos y servicios, el espacio sigue siendo limitado, por lo que conviene aprovecharlo al máximo. Este año, sobre todo en oficinas y centros de trabajo, es el momento de hacer nuestro aquello de “café para todos”.