Tema candente: Máquinas expendedoras de munición para armas en supermercados estadounidenses

HOSTELVENDING.COM 10/07/2024.- La reciente instalación de máquinas expendedoras de balas en supermercados de Alabama ha desatado una polémica que, lejos de centrarse únicamente en la tecnología detrás de estas máquinas, pone de manifiesto un problema mucho más profundo: la normalización y accesibilidad de las armas en Estados Unidos.
Estados Unidos ha puesto en marcha máquinas vending dotadas de inteligencia artificial que dispensan munición a clientes mayores de 21 años con documentos de identidad válidos. Varias tiendas de Alabama, Oklahoma y Texas han instalado estas máquinas, que utilizan el reconocimiento facial de 360º para comprobar la edad y el DNI de una persona. Esta semana se instalará otra máquina en Colorado.
Las máquinas expendedoras, fabricadas por la empresa de distribución de munición American Rounds, están diseñadas para que la munición esté disponible 24 horas al día, 7 días a la semana.
Cómo funciona el negocio
Las máquinas, del tamaño de una smart fridge, están situadas en las tiendas Fresh Value de Tuscaloosa y Pell City, utilizan reconocimiento facial de 360º para verificar la edad y el documento de identidad del cliente, con el fin de facilitar a la gente la adquisición de munición para armas de fuego, tal y como recoge AL.com.
"Una de las formas en que estamos cambiando el panorama de las ventas de munición es hacer que sea más accesible", expresa un representante de American Rounds, que opera las máquinas, en un video promocional en el que se muestra el dispensador colocado casualmente junto a artículos de uso cotidiano, como una nevera de bebidas energéticas en la tienda de Pell City. Los clientes utilizan los quioscos seleccionando la munición que desean en una pantalla táctil, escaneando su DNI, sometiéndose a un control de reconocimiento facial y efectuando el pago.
Según un representante de Fresh Value, los comentarios de los clientes han sido muy positivos, y un vídeo promocional muestra a un cliente encantado celebrando la comodidad del nuevo sistema. Las máquinas expendedoras han sido aprobadas por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
La normalización de la venta de munición: más allá de la máquina expendedora
Hasta ahí, parece que "todo está bien", un negocio legal, aprobado por las autoridades y con control de edad y documentación. Pero la realidad es que, esta instalación de máquinas expendedoras de munición en espacios tan cotidianos como supermercados ha desatado una polémica que, más allá de la tecnología detrás de estas máquinas, pone de manifiesto un problema mucho más profundo: la normalización y accesibilidad de las armas en Estados Unidos. O así lo veo yo.
Esa es la premisa: adquirir munición de forma rápida y sencilla 24/7. Pero el debate no se está centrando en la concepción de vender una bala como si fuera una bebida, sino en posibles (y raros de ocasionarse) errores del sistema o ataques cibernéticos. Esta conversación no debería centrarse únicamente en la seguridad y la posible vulnerabilidad a ciberataques de estas máquinas, como lo señaló el experto en ciberseguridad Andrew Whaley. Aunque estas preocupaciones son legítimas y deben ser abordadas, el verdadero problema radica en la facilidad con la que se pueden adquirir municiones en un país que ya enfrenta una crisis de violencia armada.
Porque sí, estos riesgos pueden darse; también pueden darse otros, y quizás más recurrentes, en el retail tradicional y atendido (robos, estorsiones, favores...). En el caso de la distribución automática, lógicamente, es de vital importancia que estas máquinas estén dotadas de la mayor seguridad de software posible, con sistemas robustos que impidan cualquier vulnerabilidad.
Un problema sistémico: la cultura de las armas en EE.UU.
Pero volvemos a lo mismo: más allá de la innovación tecnológica, la raíz del problema es la cultura profundamente arraigada de las armas en Estados Unidos. En lugar de discutir las implicaciones de una máquina expendedora, deberíamos reflexionar sobre por qué es aceptable que municiones y armas sean tan accesibles en primer lugar. En muchos estados, las leyes permiten la compra de armas y municiones con requisitos mínimos, lo que facilita que personas sin la adecuada verificación o con intenciones peligrosas obtengan acceso a ellas.
La facilidad con la que se puede comprar munición en una máquina de vending situada junto a bebidas energéticas es un reflejo preocupante de la trivialización de un tema que debería tratarse con la mayor seriedad y regulación posible.
La responsabilidad de las empresas y el gobierno
American Rounds defiende su innovación como una respuesta a las demandas del mercado y una solución para reducir el robo y la compra ilegal de municiones. Sin embargo, la responsabilidad de regular y controlar el acceso a armas y municiones recae en el gobierno y las instituciones encargadas de velar por la seguridad pública. Es fundamental que existan leyes más estrictas y un control más riguroso sobre quién puede acceder a las armas y las municiones, independientemente de cómo se vendan.
A mi entender, en lugar de centrarnos únicamente en la tecnología y sus posibles fallos, debemos cuestionar la normalización de las armas en la sociedad estadounidense y abogar por una regulación más estricta y responsable. Todo ello requiere una revisión profunda de las políticas de armas y un compromiso real para reducir la violencia armada en el país.