La nueva carga fiscal al café, refrescos y embalajes enciende las alarmas en Portugal

Tras las recientes elecciones en el país luso, y a falta de que se forme un nuevo Gobierno que presidirá nuevamente José Socrates, el Ejecutivo portugués planea una reforma fiscal que aumentaría considerablemente la carga fiscal sobre bienes de importancia vital para el sector del vending, como son el café, los refrescos, las latas, los embalajes y otros como las bolsas de plástico.
Antes de que se produjeran las elecciones, el Gobierno ordenó elaborar un estudio sobre las consecuencias de aplicar un impuesto especial de consumo del 40% sobre estos bienes, al mismo nivel que el tabaco, el alcohol y los productos petrolíferos.
La noticia, publicada por el diario digital Jornal de Negócios, puede provocar un importante revuelo no sólo en el sector de la distribución automática, sino en todo consumidor del país vecino, pues bien es sabida la importancia popular de un producto como el café en Portugal, sin menospreciar el alcance también notable de los refrescos. No en vano, la experiencia dicta que la alta tasación en ciertos productos ha provocado que los ciudadanos portugueses cercanos a la frontera española desvíen su consumo hacia nuestras tierras, amén de provocar una aumento del contrabando.














