Varapalo para el vending: un servicio insuficiente como comedor de empresa

HOSTELVENDING.com 25/10/2017.- Con iniciativas que llevan años implantándose en grandes compañías y que incluso se han llegado a presentar como alternativas viables para sustituir las cocinas de empresa de manera definitiva (caso de El Corte Inglés), el vending retrocede una década tras la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de 7 de marzo de 2017, que enjuicia el conflicto colectivo de los trabajadores del centro de trabajo de la empresa INDRA SISTEMAS S.A. sito en la localidad de Baracaldo.

Retrocede como servicio de restauración en empresas o más concretamente como única opción para cumplir la obligación que tienen los centros de trabajo de más de 50 empleados a la hora de habilitar espacios que les permitan prepararse la comida tal y como marca la normativa. Otra cosa es que la reglamentación date de 1938 y que aún habiendo tenido opción de actualizarla con otras leyes posteriores enfocadas a la organización del trabajo o a la conciliación, incorporando nuevas situaciones y enfoques que, sin menoscabar los derechos de los trabajadores, podrían encontrar en el vending de comida preparada un recurso suficiente.

A falta de que se desarrolle una normativa en este sentido, la actual y según el TSJ de Euskadi no contempla las máquinas expendedoras instaladas en zonas de descanso o salas habilitadas como posibles variantes de los comedores para aquellos empleados que tienen menos de dos horas para comer o no disponen de tickets restaurante o lugares para almorzar cerca del trabajo y entendiendo comedor como área para comer lo que se trae de casa o donde se sirven platos exclusivamente para los trabajadores.

El Tribunal rechaza el vending en este caso porque un servicio de esta naturaleza “no permite tener cumplido el deber que le incumbe, no solo porque el coste lo asume en exclusiva el trabajador, sino también porque el recurso diario a ese tipo de alimentación no garantiza una dieta sana, equilibrada y variada como la que está obligada a procurar la empresa, aparte de los riesgos derivados del posible deterioro de los productos y de los problemas de todo tipo que una alimentación diaria de esa clase genera. Y es que si hablamos de realidad social, la que actualmente nos toca vivir en nuestro país no secunda la pretensión de equiparar servicio de comedor o cheque restaurante con servicio de vending”.

Una vez más sale a relucir esa asociación manida que existe entre alimentación poco sana y máquinas expendedoras, un estigma contra el que debe seguir luchando el sector no solo para entrar en las empresas con este papel de “servicio de comedor”, sino para empezar a ser considerado como una canal alimentario capaz de dar algo más.

Nunca podrá equipararse a una cocina y quizás tampoco logre ser una elección diaria pero por qué no un complemento de nuevas fórmulas que no necesariamente se asemejen a los actuales comedores de empresa. Si no cambia la Ley, el vending no podrá seguir cumpliendo esa función de soporte que puede incluir desde platos preparados a ensaladas, frutas, postres, etc., ni para las grandes empresas ni para aquellas de cualquier tamaño o sector cuyo personal tenga jornada partida.

Quedan excluidas en todo caso aquellas máquinas que se instalan para disfrutar de esa pausa para el bocadillo, reconocida también por la jurisprudencia española, ya sean de snacks, de café o de fruta, ensaladas…

Los Tribunales optan por no ir más allá de ese Decreto que a pesar de estar dictado durante la Guerra Civil consideran suficiente aunque las condiciones de vida hayan cambiado sobremanera. Mientras no se legisle en este sentido, los jueces no dan cabida al vending en sus interpretaciones.

Confeccionando el comedor perfecto para cada empresa

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