¿Dónde queda la Ley de Promoción de Vida Saludable en las licitaciones públicas?

HOSTELVENDING.com 16/02/2018.- Tan sencillo como bajar a los ejemplos para darse cuenta de lo lejos que está la administración pública de la coherencia.

Mientras a nivel nacional y autonómico se legisla con la clara intención de imponer criterios saludable a la hora de controlar la oferta alimentaria, en el ámbito local no parece que se den por enterados.

Cada ayuntamiento se decanta por una condiciones y en algunos casos llama la atención que a pesar de que ya hay imposiciones evidentes en el marco normativo, cuando atendemos a las condiciones de los concursos, no vemos rastro alguno de las obligaciones a las que debería someterse.

Si con el proyecto de Ley de Promoción de Vida Saludable de Andalucía se establecen una serie de requisitos para los operadores de vending, como es la instalación de fuentes de agua junto a las máquinas, parece que hasta que no se haga efectiva, los consistorios no tienen planteado empezar a adaptarse.

Lo vemos por ejemplo en la convocatoria publicada por el Ayuntamiento de Torremolinos que acaba de licitar la explotación y mantenimiento del servicio de vending.

Ni una sola referencia a la Ley y sus condiciones para un contrato que se extenderá varios años y que probablemente haya que modificar a posteriori para cumplir con las condiciones que recoge el texto del proyecto.

Por no recoger, ni siquiera se suma a la tendencia del vending saludable para ir acostumbrando a sus consumidores habituales o directamente contribuir a unas selecciones de alimentos más adecuados para cumplir con una dieta equilibrada.

“Los productos a suministrar serán de primeras marcas del mercado y se ofrecerán, al menos, los tipos recogidos en el Anexo nº 2 al presente Pliego. Adicionalmente podrán ser ofertados nuevos productos, los cuales deberán ser aceptados, en todo o en parte, por el órgano de contratación. Se precisarán en la propuesta técnica las dosificaciones de las bebidas calientes (cafés, infusiones, chocolate y leche), así como las marcas comerciales de los productos, que deberán acreditarse mediante la presentación de fichas técnicas”.

Y en ese anexo en el que se especifica que se habilitarán un total de 40 máquinas para repartir entre espacios públicos, incluidos centros deportivos, bibliotecas y centros de convivencia, los primeros productos que se señalan son la bollería industrial, las patatas fritas y los snacks.

En el extremo opuesto: Zaragoza

El del municipio malagueño no es un caso aislado pero sí contrasta con las nuevas políticas locales que han empezado a tener en cuenta esa corriente de vending saludable que se reclama desde diferentes espacios y que incluso forma parte del Plan Nacional y los compromisos de la industria.

De la misma fecha es el contrato del Ayuntamiento de Zaragoza en el que si se apuesta por una alimentación saludable y responsable en sus pliegos.

Con la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS) como referente, los criterios que se publican pasan por que todas las bebidas sean sin azúcar; los zumos sean ecológicos, sin azúcar añadido; las máquinas de bebidas calientes utilicen únicamente el café, té, etcétera, de “Comercio Justo”; en los productos el aceite utilizado será únicamente el de oliva o de girasol; tendrán un mínimo de tres referencias de fruta de temporada; dispondrán como mínimo del 5% de los canales de productos de “Comercio Justo”, identificándolos claramente.

Asimismo, dispondrán como mínimo del 5% de los canales de productos “sin gluten”, identificándolos; dispondrán de frutos secos que serán naturales o tostados, sin que contengan azúcares, sal, ni grasas añadidas; dispondrán de bocadillos con pan integral y vegetales; dispondrán de ensalada.

El consistorio aragonés persigue una oferta 100% saludable como explica el consejero de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, “el Ayuntamiento muestra su responsabilidad y se pone a la cabeza del fomento de una alimentación saludable y responsable, ya que son las administraciones públicas las primeras que tenemos que dar ejemplo”.

Cubero confía en que el cambio en la tipología de productos “sirva para que los usuarios de estas máquinas adquieran una mayor conciencia sobre la importancia de hacer una elección saludable a la hora de elegir un snack, ya que precisamente en este tipo de comidas entre horas es cuando más fácilmente se recurre a comidas poco saludables”.

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