Averías y mantenimiento…, deja tus máquinas expendedoras en manos de un profesional formado

¿Prevención o reparación? Las ventajas de un buen servicio técnico
HOSTELVENDING.com 22/05/2018.- El servicio de mantenimiento y reparaciones forma parte de cualquier negocio asociado a la venta automática. Debe ser así puesto que el primero nos ahorra tener que recurrir al segundo y, en algunos caso, ni eso nos salva de un problema con la máquina.
Hay empresas que optan por tener profesionales propios como fórmula para tener todo el control de los procesos relacionados con los equipos y las averías, mientras que otras externalizan el servicio como medida de ahorro.
En ambos casos, la vida de la máquina está puesta en manos de los técnicos, pero ¿cómo es este profesional? ¿Y cómo debería ser?
David Pau, de Pau Service, distingue entre dos tipos de trabajador de servicio técnico. “Por un lado el que forma parte de una plantilla de una marca en concreto, que conoce a la perfección sus máquinas, sus averías y sus particularidades; por otro, personal que a base de experiencia y trabajo en el sector, conoce todo tipo de máquinas”.
Si nos fijamos en cualquier oferta de trabajo relacionada con esta categoría profesional, incluso por encima de la formación específica que puedan tener, lo que prima es la experiencia. Para adquirirla hace falta experimentar de primera mano y, por tanto, estar muy metido en el sector, algo que complica mucho la contratación de personal nuevo.
“Normalmente vienen de estudiar formación profesional, sin embargo un buen técnico en vending hay que formarlo en cada marca y en cada modelo por lo que nadie llega enseñado y nadie para nunca de aprender”, asegura Cristóbal Vilaplana.
De la misma opinión es Francisco Vigueras de SAT Vending Barcelona que lo primero que nos apunta es que no es fácil definir qué tipo de formación tiene que tener un buen profesional de servicio técnico. Al margen de la específica que pueda haber adquirido especializándose en electrónica, frío, equipos industriales, etc., “mi experiencia me dice que toda persona que viene del ramo del mantenimiento o automoción acostumbra a ser buen técnico”.
De todos modos, asume que “lo mejor es ir formándose con gente con experiencia, preguntando en las casas oficiales y, sobre todo, no tener miedo a tocar. Al final, cuando uno llega a una intervención, la máquina está rota, lo único que puede pasar es que se repare, porque rota ya estaba”.
Es difícil encontrar un operador con máquinas de una sola marca, por lo que es habitual recurrir a una empresa especializada que puede o no ser un servicio técnico oficial del fabricante. “Siempre nos vamos a encontrar con todo tipo de equipos y por eso es mucho más lógico acudir a un SAT capaz de prestar servicio para todos ellos”, insiste el responsable de Pau Service.
De todos modos, una vez formando parte del sector, la formación continua es esencial para construir un buen equipo. Las marcas tienen programas de formación propios para mantener al día al personal en cuanto a nuevas tecnologías que incorporan las máquinas.
Así por ejemplo, Necta elabora unos calendarios de formación que se imparten tanto en Madrid como en Barcelona, siendo “flexible a las peticiones que pueden surgir de los clientes en otros lugares”. Los puntos sobre los que se trabaja son muy amplios, pero se basan en:
- Comprensión del funcionamiento
- Programación de las máquinas
- Limpieza de todos los componentes
- Mantenimiento preventivo
- Mantenimiento diario
- Nuevas tecnologías
Es una formación que agradecen los SAT porque “se aprende de primera mano todo la referente a las mismas”, señala Cristóbal. “Este punto es totalmente indispensable. Cuando entra en el circuito un nuevo modelo, antes se hace la oportuna formación tanto en las instalaciones de fábrica como en las internas”.
Pero no es suficiente, “en nuestro caso también dentro de nuestras instalaciones y con personal interno se promueve la formación continua”, añade.
A todo esto hay que sumarle la buena disposición del empleado que debe ser curioso y “preguntar mucho y observar cómo lo hacen los demás, para aprender también de manera autodidacta”, aprecia el responsable de SAT Vending Barcelona.
La irrupción de la tecnología lo ha complicado todo mucho más. Jose Moreno, Gerente de Tecmaglos, indica: “Cada vez se tecnifica más nuestro sector, lo que años atrás se veía como a años luz ya lo tenemos aquí: pantallas táctiles, telemetría, programas de gestión. Hoy en día un SAT no es completo si solo cambia piezas y pinta máquinas, con la formación continua estamos preparados para acometerlo”.
Así que por encima de los títulos, los profesionales que llevan años en el negocio del vending tienen claro que la experiencia que se va adquiriendo en el tratamiento específico de las máquinas es la mejor escuela. Si además hay detrás una buena base con títulos de técnicos en electromecánica, equipos de frío y demás mucho mejor, pero no suele ser un requisito indispensable en las ofertas de trabajo asociadas.