La administración local, último eslabón para imponer condiciones al vending

¿Dónde queda la Ley de Promoción de Vida Saludable en las licitaciones públicas?

HOSTELVENDING.com 02/11/2018.- En un año plagado de proposiciones normativas que afecta de manera directa o indirecta a la venta y distribución automáticas, las propuestas a nivel nacional e internacional han eclipsado las que llegan del último eslabón de la cadena.

Dentro del escaso margen de maniobra que tienen para regular el vending, los ayuntamientos están recogiendo el testigo de las "grandes" administraciones y, en algunos casos, están intentando llevar a buen puerto medidas que se han quedado fuera en los parlamentos autonómicos o incluso en el Congreso de los Diputados.

Y es que los partidos políticos trasladan a pequeña escala sus posiciones para mientras determinadas leyes se hallan en proceso de "cocinado" o incluso recorridas en los tribunales.

Ejemplos muy sencillos los vemos en mociones básicas que muchas veces salen adelante con el apoyo de la mayoría. Algunas se ponen en marcha; otras a pesar de estar recogidas por escrito, se quedan en una mera declaración de intenciones más de cara a la galería.

Aunque hay de todo en las propuestas, gran parte de ellas se han centrado a lo largo de todo este 2018 en reducir la oferta alimentaria de determinados productos en las máquinas para incentivar el consumo de propuestas más saludables en espacios públicos (sobre todo los frecuentados por menores) y también en reducir el consumo de plásticos, dos de los temas estrella.

No tenemos que dar demasiada marcha atrás para ver cómo se han desarrollado estas iniciativas que siguen calando entre la sociedad. En Marbella este mes de octubre se ha hablado de realizar "un inventario de las máquinas de vending existentes en instalaciones públicas" con el objeto de actuar llegando incluso a la "retirada para cumplir la normativa y favorecer una nutrición sana, ya sea suprimiendo estas máquinas o sustituyendo su oferta por productos sanos tales como fruta, frutos secos, agua mineral, zumos naturales y otros alimentos no procesados y opciones sin gluten".

En este caso se saca ha colación la Ley de Seguridad Alimentaria en su aplicación en espacios frecuentados por menores, haciendo una interpretación propia y buscando más allá de los colegios y los centros de secundaria, para intervenir en la oferta de máquinas expendedoras situadas en polideportivos, casas de la cultura, bibliotecas, municipales, etc.

No es un trámite anecdótico ya que en estos casos, aunque existe un contrato público de por medio, es verdad que integrar estas propuestas en las políticas locales puede terminar derivando en una condiciones determinadas para próximas licitaciones, algo que ya estamos viendo como el canon 0 de la Universidad de Murcia para las máquinas de fruta y verdura.

Igualmente, tener presente en las nuevas licitaciones y concursos, incluso en los contratos básicos con empresas suministradoras de servicios, determinadas condiciones ha formado parte de la campaña #NoMásPlásticos llevada a cabo en ayuntamientos de la costa malagueña y gaditana.

Emulando la emprendida por Greenpeace, han sido casi una decena los municipios que han aprobado mociones para limitar el uso de plástico en eventos de carácter público y han diseñado propuestas para mejorar la recogida selectiva de residuos plásticos. Aunque todavía no podemos verlo reflejado en pliegos de contratación, será una premisa en los futuros contratos para instalar máquinas expendedoras en lugares como los ayuntamientos y otros espacios públicos municipales, donde sin discriminar a las empresas, sí tendrán más oportunidades de puntuar, los operadores que en sus propuestas incluyan vasos biodegradables o sistemas para mejorar el reciclado.

Grandes ayuntamientos encabezan el cambio

Quizás el más destacado de estos últimos meses, ha sido el caso del Ayuntamiento de Zaragoza donde se han presentado las nuevas máquinas expendedoras que incorporan más propuestas "saludables" gracias a la colaboración de Selecta.

El calado es importante ya que hablamos casi de un centenar de máquinas expendedoras repartidas por todo el municipio y para las que se ha seleccionado la oferta de manera muy cuidadosa reduciendo grasas, azúcares y sal en términos generales.

"Mediante la reducción del canon se ha conseguido unos precios más económicos de los alimentos y bebidas, para garantizar así la rotación de los mismos. Asimismo, se instalará en breve un sistema de pago mediante teléfono móvil que tendrá una bonificación de 5 céntimos de descuento por consumición", destacan desde el ayuntamiento.

También sobresale el componente ético en las máquinas que obligan a que el café y el té sean de comercio justo, mismo carácter que debe tener el 5% de los alimentos.

Así los ayuntamiento ya no son solo los que pueden o no imponer determinadas tasas para la instalación de máquinas de vending en espacios públicos, sino que además están empezando a regularlas en otros niveles siguiendo el compás que marchan las comunidades autónomas o el Gobierno central.

Lo hacen en avanzadilla, ya que en el momento en que se regule en un ámbito superior, serán acciones que se tendrán que aplicar en todas las ciudades.

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