Los europeos no compran por ideología. Salud, sabor y precio marcan el consumo en 2025

HOSTELVENDING.COM 18/11/2025.- Para la mayoría de los consumidores, las promesas de beneficio ambiental no compensan las limitaciones de sabor, precio o aporte nutricional; sobre todo, en la Generación Z y los millennials, según recoge el informe "El estado del comercio minorista de alimentación en Europa 2025", confirmándose un giro en las prioridades del usuario final.

Cómo, qué y por qué se compra son cuestiones que continúan cambiando en el mercado alimentario europeo. La quinta edición del informe "El estado del comercio minorista de alimentación en Europa 2025", elaborado a partir de entrevistas con directores ejecutivos de grandes cadenas, aportaciones de más de 30 directivos del retail alimentario y encuestas a 14.000 consumidores de 13 países, refleja un patrón común. 

A grandes rasgos, el ciudadano europeo está dejando atrás las decisiones impulsadas por la ideología ambiental para dar paso a un consumo guiado por la salud, el sabor y el precio. Esto no quiere decir que los atributos éticos y sostenibles no importen; pero ya no son el motor principal de compra.

El estudio constata así un descenso del interés por los productos vinculados a la sostenibilidad. La intención de compra de alimentos eco o sostenibles, por ejemplo, cae tres puntos respecto al año anterior; al tiempo que la demanda de alternativas vegetales también retrocede entre dos y cuatro puntos en todos los grupos de edad.

Y es que, para la mayoría de los usuarios finales, las promesas de beneficio ambiental no compensan las limitaciones de sabor, precio o aporte nutricional. Hoy, sobre todo gen Z y millennials, son más pragmáticos: buscan alimentos accesibles, que sepan bien y que aporten beneficios reales para su bienestar personal. 

La salud sigue siendo una tendencia dominante pero se fragmenta en múltiples interpretaciones

En paralelo, el interés por la alimentación saludable crece, aunque de manera distinta según la edad. Para los boomers, comer sano sigue asociado a reducir sal, controlar los alimentos procesados y cuidar el corazón. Su visión responde a las recomendaciones tradicionales y a una lógica preventiva. Ahora bien, la idea de salud cambia entre los consumidores jóvenes. Para millennials y Generación Z, lo saludable está ligado a productos ricos en proteínas, bajos en calorías, fáciles de consumir y compatibles con un estilo de vida acelerado. No buscan dietas restrictivas; más bien, rendimiento. Por ejemplo, comidas que aporten energía, que se adapten a sus rutinas...

Otro de los hallazgos más reveladores del estudio es la redefinición del concepto de "alimentación saludable" dentro de la Generación Z. Así, el 45% de los encuestados (de esta franja de edad) desearía tener hábitos más saludables; pero entendiendo la salud desde la funcionalidad y no desde la ideología. Es decir, prefieren comidas listas para consumir, con alto contenido proteico, que se ajusten a sus desplazamientos y a su ritmo de vida. De hecho, el informe también indica que el 77% de los jóvenes compra comida preparada al menos una vez al mes, y el 42%, semanalmente.

A pesar de ser un grupo consciente del medio ambiente, la gen Z se inclina cada vez más hacia la inmediatez, la conveniencia y la nutrición.

Vuelta a la proteína animal

Todo ello tiene su eco en la vuelta de la demanda de proteínas animales. Después de un periodo en el que las alternativas vegetales copaban la agenda, los consumidores vuelven a fuentes proteicas que consideran más "reales", familiares y satisfactorias: huevos, lácteos, carnes magras, yogures proteicos o snacks elaborados con proteína natural. Más que un rechazo a las dietas vegetales, lo que se pone encima de la mesa es la decepción con productos que no han cumplido las expectativas que generaron en su lanzamiento.