Platos preparados, cocinas vacías y smart fridges: la paradoja de nuestra era

HOSTELVENDING.COM 27/05/2025.- Crecen los lineales de platos preparados y la restauración automática se sofistica; el consumidor no renuncia al placer gastronómico: lo transforma. Una nueva era en la que las cocinas se apagan, pero el apetito por lo premium no hace más que elevarse. 

“Los hogares acabarán sin tener cocinas”. Ya lo vaticinó Juan Roig, y ya sea por pura conveniencia o por conocimiento por causa, lo cierto es que quizá ya estamos ahí. Y no es un episodio de Black Mirror, ni hay que hacer conclusiones tremendistas; pero la realidad es que cada vez cocinamos menos, y los platos preparados ya no son el enemigo al que atacar desde las convicciones más radicales de la alimentación saludable. 

La comida preparada se ha convertido en una respuesta lógica, variada y cada vez más adaptada a un estilo de vida que, lo queramos o no, ha cambiado de manera radical. Ahora bien, la oferta, como decimos, también ha cambiado: hoy encontramos todo un arsenal de sabores, ingredientes naturales, combinaciones, adaptaciones a diferentes dietas... Hoy tenemos un menú a la carta. 

Al mismo tiempo, y aunque pueda sonar algo paradójico, vivimos obsesionados con la gastronomía: Las redes sociales están inundadas de recetas, recomendaciones de restaurantes, análisis de platos de quinta gama; seguimos concursos culinarios como si fueran eventos deportivos... y sabemos analizar los macros de un plato a detalle. 

Y sin embargo, no cocinamos. O al menos, no lo hacemos a diario. En la práctica, hemos abandonado el fuego, pero seguimos adorando el ritual desde lejos. ¿Contradictorio? Pues en realidad, no tanto; al menos, a mi juicio. Lo que ha cambiado no es el gusto por comer, sino el tiempo y el cómo. 

Así es, no es que no tengamos a mano ingredientes frescos (aunque si más caros), ni falta de recetas. Simplemente tenemos otras prioridades, otros horarios y otro ritmo. Y en ese nuevo escenario que se nos plantea, los platos preparados han sabido evolucionar y romper su imagen estereotipada (en muchos casos, con motivo), de comida ultraprocesada sin valor nutricional pero para salir del paso. 

Han superado esas barreras y actualmente tenemos a nuestra disposición una quinta gama saludable, premium, especializada por dietas y disponibles en formatos tan diversos como suscripciones, smart fridges o taquillas inteligentes refrigeradas. 

La restauración automática es una respuesta lógica y versátil

La expansión de smart fridges, soluciones automatizadas de comida caliente y espacios unattended en oficinas, estaciones o centros deportivos no es algo al azar; es la respuesta “natural” a este nuevo escenario: “Quiero comer bien, sin renunciar a mis horarios o a mi momento. No necesito cocinar; pero sí quiero elegir.” 

Con ello, el consumidor actual ya no siente culpa por no cocinar. Lo que exige es que, si no lo hace, al menos pueda acceder a una oferta que esté a la altura de sus valores y deseos. 

Es más, la restauración automática permite introducir cualquier formato de alimentos; no solo los platos puramente preparados. Fruta, huevos, lácteos, productos proteicos... la variedad está servida, nunca mejor dicho. 

Así pues, en vez de entender eso como una renuncia… podemos verlo como una oportunidad. Para el sector de la restauración automática, marca el inicio de un nuevo hábito de alimentación conectado con el presente. 

Sí, puede que muchas cocinas domésticas queden cada vez más vacías. Pero eso no significa que estemos comiendo peor. Solo significa que estamos comiendo distinto.