Productos eróticos y venta automática: anticuada regulación, demanda en aumento

HOSTELVENDING.com 24/07/13.- Una línea de productos de creciente demanda en el vending 24 horas es la gama de lencería y juguetes eróticos, que se suman a las máquinas de preservativos. El principal escollo al que se enfrentan, al contrario que otros productos, es una regulación muy precisa sobre su exposición al público general y menores.

Aldryn Rodríguez los comercializa en su empresa Madelven y explica que “debemos contemplar en primer lugar la normativa nacional que fundamentalmente radica en el Real Decreto 1189 / 1982 de fecha 4 de junio. Estas limitaciones parten siempre de la base a la que se refiere el Real Decreto: ‘aquellos objetos que, teniendo relación con el sexo, sean contrarios a la moral y a las buenas costumbres’. Este es el punto fundamental sobre el que posteriormente se han de aplicar la restricciones”.

Los treinta años transcurridos desde la redacción del decreto han cambiado muchas cosas y por esa razón este empresario comenta que “tanto el sentido común como el sentido legal indican que la moral y las buenas costumbres del año 1982 nada tienen que ver con las de 2013 por lo que dicho decreto debe de ser tenido en cuenta a la hora de la colocación del producto en las máquinas, pero entendemos que no limita la colocación del producto en las mismas siempre que se haga con sentido común”.

El propietario de Madelven se pregunta “donde está el limite y qué productos debo de poner y cuales no” y cree que los propietarios de tiendas 24 horas caen en un error cuando “en no pocas ocasiones opinan ‘...esto es fácil, entro en un cualquier web de un sex-shop y compro lo que a mi me gustaría... ‘, pero debemos darnos cuenta que “yo puedo ser” una persona con unos gustos un tanto particulares y por lo tanto el producto que coloque en la máquina no va a ser de venta mayoritaria -la máquina facturará poco- ni reúna los requisitos mínimos legales para su venta”.

El decreto menciondo concreta que los productos que se coloquen en una máquina en situación de vending público no deben de contener un embalaje con imágenes o figuras explícitas relacionados con el sexo y sobre todo deben de adaptarse al sentido común de la ‘moral’ de cada zona -no es lo mismo colocar un masajeador en una población de 5.000 habitantes que en una de 500.000- ya que la repercusión mediática es completamente distinta. Dentro de esto hay artículos completamente discretos y otros más atrevidos que aun teniendo mejor rotación no siempre son aconsejables dependiendo de la población”.

En ese sentido, Rodríguez recuerda que “en algunos ayuntamientos hay ordenanzas municipales que pueden restringir la colocación de artículos muy concretos” y menciona el caso ocurrido en mayo en Sevilla sobre la ‘ilegalidad’ de la venta de artículos eróticos en vending público por la posibilidad de acceso de los menores de edad a las máquinas. “Los argumentos indicados como limitaciones son correctos, pero falla en la base de dicho artículo ya que parte de que todo producto relacionado con el sexo está en contra de la moral y de las buenas costumbres, cosa que tanto a nivel legal como a nivel de sentido común no es correcta, ya que la moral y las buenas costumbres se basan en la educación y no en la posibilidad de acceso a determinados productos”.
 
Público
Sobre el público objetivo de los productos que vende Madelven, Aldryn Rodríguez detalla que destaca un público joven. “En las noches de los fines de semana hay dos tipos claros de público: jóvenes que salen de fiesta y consumen a nivel personal básicamente papel y preservativos y, por otro lado, consumen para bromas todo tipo de regalos o seudojueguetes eróticos como pueden ser las minimuñecas hinchables de 60 centímetros de altura que, obviamente, no valen para uso sino para la broma o despedidas de soltero. También parejas estables y clientes de gran consumo de productos relacionados con el preservativo de 12 unidades y lubricantes que deciden acudir a un vending y no ir a la farmacia por precio e intimidad en la compra. Este último tipo de cliente es el que el sector del vending ha ganado en el último año ya que este perfil de cliente  se encontraba en farmacia y no en el vending.

De forma similar está pasando con el sector de los estancos. Cada vez más el cliente se está acercando al vending para adquirir el papel para “fumar tabaco” que es más pequeño que otros papeles destinados a otros usos fumatorios en detrimento del estanco.

Desde el punto de vista de la rentabilidad empresarial, los productos que más se venden son las relacionados con el papel de fumar -papel, mecheros, etc.- y en segundo lugar los relacionados con la protección, es decir, los preservativos. En tercer lugar de la rotación, Rodríguez menciona los productos eróticos, pero aclara que “suponen una parte muy importante de la facturación de una máquina a final de mes debido al precio de venta -entre 7 y 10 euros de media- y fundamentalmente al margen de beneficio”.
 
Lencería
En la primera semana de junio, Madelven presentó una nueva línea lencería erótica para máquinas de vending después de tres meses de pruebas en tiendas piloto y un resultado “muy satisfactorio”. La nueva línea de lencería ha sido adaptada tanto en el envase como en la presentación al vending de forma que su tamaño no sea un problema a la hora de expenderla en las máquinas y con un precio para tener una buena rotación en vending.

El responsable de Madelven indica que “dentro de este tipo de lencería destacan los bodys, corsets, medías, disfraces de enfermera etc. No se trata del clásico tanguita de tela, pequeño y orientado al minivending, sino de un producto de alto valor añadido -por la presentación y por el propio producto- que reúne el requisito fundamental de la privacidad e intimidad para que tenga una buena rotación.