"El vending es sostenible y eso es lo que quieren los consumidores"

Construyendo un proyecto de vending sostenible: la experiencia de Confida en Italia

HOSTELVENDING.com 14/06/2018.- Recapitulando lo vivido en Venditalia, la sostenibilidad se convirtió (y es) uno de los pilares básicos para la industria de la distribución automática italiana. El grado de concienciación tanto por parte de los operadores como de la Confida está alcanzando una cuota que, por lo pronto, es muy difícil de imaginar para las empresas españolas.

El vending sostenible, como concepto, se trata de una temática que no hace sino crecer, y cada vez tiene mayor peso de cara a la opinión pública.

Michele Adt, director de Confida, lo tiene claro: “El vending es sostenible y esto es lo que quieren los consumidores”. Por supuesto esta es la perspectiva del directivo y únicamente se aplica al país italiano, donde los esfuerzos de la asociación de la distribución automática se han concentrado los últimos años en reducir el impacto ambiental y mejorar la responsabilidad de los empresarios en el cuidado del planeta.

Pero lejos de un slogan atractivo o de una forma de hacer marketing, la sostenibilidad es un concepto tan amplio como polémico, ya que se puede referir a múltiples realidades de forma simultánea o incluso no tener nada que ver con el medio ambiente.

Según la interpretación más estricta que se puede hacer de este concepto, ser sostenible es asegurar la explotación continua de los recursos naturales sin que esto suponga que vayan a acabarse por causa humana (o al menos no tan rápido).

Para arrojar algo de luz sobre el asunto, Michele Adt comienza a establecer una diferenciación entre las distintas formas de entender la sostenibilidad.

Reducción de residuos

El primer punto para ser sostenible radica en la reducción al mínimo de los residuos generados. Esto, más que ser una demanda por parte del consumidor, se trata de una exigencia por parte de las instituciones europeas que ya están alentando a los distintos países de la Unión Europea para aprobar leyes que se dirijan en esta dirección.

Entre los primeros focos en caer, nos encontramos con las cápsulas de café y todos aquellos productos desechables de un solo uso y que están fabricados con algún tipo de material no biodegradable (fundamentalmente plásticos).  En España este tipo de normativas ya se están planteando en las Islas Baleares, Comunidad Valenciana o Cataluña, y tan solo es cuestión de tiempo que comiencen a ser el nuevo estándar en la distribución automática.

El segundo punto para disminuir esta generación de residuos se encuentra en las botellas de agua y su principal competidor, las fuentes de agua. En este caso, la normativa española no hace sino adelantar leyes que instan al operador de vending a colocar fuentes de agua junto a sus máquinas de vending.

Al respecto de cómo se puede contribuir a la reducción de residuos, aún hay mucho más que se puede trabajar en el vending, especialmente por todo lo que respecta al packaging de productos. Sin embargo, en los escenarios más próximos todo parece señalar las botellas de agua y los sistemas de monodosis como primeras víctimas.

Productos sostenibles

Cuando decimos que el usuario “quiere sostenibilidad”, en la mayor parte de los casos nos referimos al producto que va a consumir en sí. De esta forma, etiquetas como “bio”, “ecológico”, “orgánico” o “comercio justo” se posicionan como las principales para llamar la atención del usuario y expresar el valor diferencial de la marca.

El consumo de productos ecológicos ha experimentado, sin duda alguna, un crecimiento notable en los últimos años, gracias sobretodo al esfuerzo y constancia durante décadas de pequeños y medianos establecimientos que han permitido al sector y al propio mercado madurar hasta el punto de convertirse en un mercado claramente al alza”, relata Aleix Baltà de la Plataforma Ecológica.

Sin embargo, nuevamente nos encontramos ante un mar de incertidumbres con respecto a lo que representan estos términos, y es que cada uno de estos sellos se refiere a una forma de producción distinta: no es lo mismo un sello orgánico, donde indica que el producto está libre de plaguicidas; que uno de rainforest, donde se pretende que el cultivo no haya afectado a la biodiversidad de su entorno.

En cualquier caso, en el canal de la venta automática el gran reto sigue siendo hacerlos apetecibles y atractivos para competir con unos productos de impulso indulgentes que llevan años triunfando en las expendedoras gracias a sus contenidos azucarados como es el caso de las chocolatinas.

Entre los productos ecológicos que más popularidad están ganando estos últimos años podemos encontrar el café, donde los certificados de rainforest y correspondientes a cultivos ecológicos se están convirtiendo en un estándar entre los tostadores bajo las etiquetas de "café orgánico". No obstante, conviene no olvidar que un café orgánico no tiene por qué ser necesariamente de una calidad superior.

Energía y logística

Finalmente, el tercer pilar de la sostenibilidad para el vending se encuentra en una gestión eficiente de los recursos urbanos. Para ello, sería necesario comenzar a hablar de una optimización de la gestión energética para evitar reducir el consumo a lo mínimo posible, y por otra parte mejorar las rutas de reposición para gastar el mínimo de combustible.

Lejos de lo que pueda parecer, este es un caso donde hay una correspondencia absoluta entre sostenibilidad y rentabilidad para el empresario.

En la parte de gestión energética, hasta ahora siempre hemos hablado de modelos de última generación que tienen un consumo más reducido y que por tanto son más eficientes. Aunque tras lo visto en Venditalia, por fin podemos hablar de máquinas que pueden abastecerse incluso de energías renovables generadas por ellas mismas, como podrían conseguir a través de la instalación de panales solares.

También se puede mejorar la eficiencia energética a través de la iluminación, especialmente con el uso de luces led o de sensores de presencia que puedan detectar si hay alguien próximo a la máquina para poder ahorrar así energía durante la noche.

En el caso de la parte logística, los sistemas de telemetría y los medios de pago móvil pueden prevenir muchos viajes e incluso crear rutas inteligentes reduciendo los viajes a lo mínimo e imprescindible, contribuyendo de esta forma tanto al medio ambiente como al gasto económico asociado a cada ruta.

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