Dejar de ser un producto para ser un servicio. El nuevo valor del café en el unattended (Parte 3)

No te pierdas el especial al completo: Bebidas calientes: Cuando llega el frío, es momento de calentar el alma (Parte 1); El café vuelve al centro: ritual, reconexión y negocio (Parte 2).
HOSTELVENDING.COM 22/10/2025.- El café ya no se mide solo en gramos o mililitros, se mide en experiencias. Lo que antes era un producto funcional se ha convertido, desde hace unos años, en un servicio con identidad propia, capaz de conectar a las personas, trasladar valores y reflejar una filosofía de marca. Y al menos, en nuestro sector, la evolución es más visible que nunca.
Para Nestlé Professional, el cambio ha sido estructural: su propuesta de bebidas calientes se ha ampliado con nuevas recetas y especialidades como el chocolate caliente o la vainilla— y, sobre todo, con un enfoque centrado en la personalización.
“Los consumidores se han vuelto más exigentes. Buscan calidad, pero también experiencias únicas”, Nestlé Professional.
De ahí el crecimiento de los Coffee Corners, espacios que combinan tecnología, branding y servicio para ofrecer un café a medida. Esa misma línea la confirma Arbitrade, que ha pasado de ofrecer un café tradicional de máquina a desarrollar una experiencia completa con el consumidor como protagonista. “Hoy el café es el eje de nuestro catálogo de unattended retail y food as a service — explican—. No es solo un producto, es el vehículo que da sentido a nuestro claim: Una pausa agradable”.
En su caso, la empresa ha observado un incremento en la demanda de soluciones premium y de especialidad, con usuarios dispuestos a pagar un sobreprecio moderado a cambio de una experiencia que supere lo meramente funcional. Esta evolución está estrechamente vinculada con un consumidor que conoce más, compara más y exige más. Ya no se conforma con una bebida caliente: busca un sabor que lo represente, un entorno que lo acompañe y una tecnología que no interrumpa; que acompañe su momento de pausa.
De ahí que la frontera entre producto y servicio se diluya. El café ha pasado a ser una herramienta de valor añadido que transmite identidad y calidad, y que se adapta al contexto: un entorno laboral donde la pausa impulsa la productividad, un hospital que acompaña en las largas horas de espera, o un campus universitario, donde simboliza cercanía.
El café podría contar mil historias, y cada una de las que el usuario final le confían.














