Haciendo chocolate en una fábrica, ¿qué es ficción y qué es realidad?

HOSTELVENDING.com 12/07/2017.- No es que las fábricas de chocolate estén abiertas siempre al público… Ni siquiera Willy Wonka lo hacía (salvo cuando sacó al público aquellos tickets). Por lo que respecta a Barry Callebaut, ellos saben lo afortunados que son al llevar haciendo chocolate durante 20 años en Singapur, así que recientemente han decidido dar a Teresea la oportunidad de visitar en exclusiva las instalaciones para conocer qué es lo que sucede exactamente en el interior.

Lo que sucede es que Teresa Tang no es exactamente una niña. De hecho, ella es una presentadora de televisión conocida por su trabajo en Channel NewsAsia, una de las televisiones líderes de la región. De este modo, Barry Callebaut pensó que no había mejor forma de compartir el trabajo que están haciendo que abriendo las puertas de la fábrica a la tevisión.

El Willy Wonka de Barry Callebaut

En su visita, Teresa pudo conocer a George, el Director de Producción que pronto fue rebautizado como Willy Wonka, y lo cierto es que Teresa disfrutó enormemente de su compañía, quien, por cierto, no puede evitar hablar con pasión de su trabajo en la fábrica. Prácticamente todo lo que él habla incluye un signo de exclamación y jamás olvida un solo adjetivo con el que describir cómo de maravilloso es todo.

Pero una fábrica de chocolate industrial está de hecho ocupada por una inmensa maquinaria, enormes tanques de almacenamiento y tuberías que van de un punto a otro. Normalmente, el chocolate se produce en un flujo constante a lo largo de la cadena de producción dedicado a generar cantidades industriales de un solo producto (como bloques de chocolate blanco).

Al igual que otro tipo de fábricas, la seguridad, la calidad y la puntualidad en las entregas son puntos esenciales. Las fábricas de Barry Callebaut son constantemente auditadas de acuerdo a todos estos parámetros para poder garantizarlos.

Haciendo Chocolate 101

A pesar de que parece muy complejo en el interior de la fábrica, el proceso es de hecho muy sencillo de comprender. En primer lugar, se mezclan todos los ingredientes para hacer el chocolate, después, la mezcla es colocada y refinada para obtener conseguir una pieza adecuada.

Enseguida, el chocolate refinado y mezclado se dirige hacia un importante proceso llamando “conching”, que lo que consigue es quitar el sabor ácido y revela los sabores característicos y la suave textura que todos conocemos y adoramos.

Segú se desplaza, el chocolate es expuesto a la temperatura idónea, ya que la temperatura perfecta le da al chocolate ese aspecto tan atractivo. Todo esto se hace exponiendo el chocolate a 45 grados en primer lugar, y después enfriándolo a 28, para volver a calentarlo a 32.

Después de todo este proceso, el chocolate estlá listo para volverse líquido y moldeado en tabletas o, por el contrario, en otros formatos como los clásicos chips.

Finalmente, el chocolate es empaquetado y distribuido para los fabricantes de Barry Callebaut o para los clientes gourmet, quienes se encargarán de darle distintos usos y de transformarlos en barras, pralinés o en piezas de chocolate aptas para helado.

La fábrica de chocolate industrial de Singapur no es exactamente un edificio que esté abierto al público… Pero cuando alguien como Teresa consigue un ticked de oro para la fábrica, este fabricante líder en el mercado se encarga de que se trate de una experiencia perfecta.