La importancia de la cadena de frío durante la reposición de las expendedoras

HOSTELVENDING.com 13/12/2017.- Que los productos se conserven correctamente en las expendedoras es sin duda una cuestión de vital importancia para cualquier operador de vending. Sin embargo, más importante es aún que los alimentos ya hayan llegado en condiciones a las máquinas. 

De hecho, la legislación sobre transporte de alimentos perecederos y la regulación de los mismos se trata de uno de los aspectos que más inquietudes deberían generar entre los operadores de vending, debiendo ser capaces en todo momento no solo de cumplir la normativa vigente, sino de responder a las necesidades específicas de cada producto.

Rafael Lázaro, director comercial de Dégerman (empresa de equipamiento para hostelería), afirma que estar en un mundo globalizado, con productos de distintas partes del planeta, refuerza esta idea de conservar debidamente los alimentos: “Esta disponibilidad inmediata y las distancias que esos alimentos tienen que recorrer para llegar al consumidor final, hacen que cada día adquiera mayor importancia la calidad del transporte alimentario, su reglamentación y su control para garantizar unas condiciones óptimas para su consumo final”. 

 En el caso de España, es la ATP (Acuerdo sobre transportes internacionales de mercancías perecederas y sobre vehículos especiales utilizados en este transporte) quien está vigente desde el año 2015 y quien se encarga de regular toda esta situación con el fin de garantizar al consumidor final que los alimentos lleguen en condiciones higiénicas adecuadas.

Desde Degerman apuntan que dicho acuerdo es una reglamentación técnico-sanitaria que establece cómo deben transportarse los alimentos perecederos, especificando los requisitos que deben cumplir los vehículos especiales que los transportan y establece los procedimientos de control necesarios para asegurar su cumplimiento. 

 Y es que conviene recordar que las mercancías perecederas necesitan siempre una regulación de temperatura específica para su transporte. Es importante destacar que sólo se consideran mercancías perecederas las que están recogidas en el acuerdo, en el que también se establecen las temperaturas máximas.

Por consiguiente, la temperatura de los productos deberá tener en cualquier punto de la mercancía el valor indicado o inferior durante la carga, el transporte y la descarga según las especificaciones del acuerdo.

 Para cumplir estos requisitos, la normativa exige contar con vehículos isotermos, es decir, con caja cerrada mediante paneles, puertas, suelo, y techo que limitan el intercambio de calor entre el interior y el exterior.   Dentro de los vehículos isotermos es posible contar con vehículos refrigerados, frigorífico o calorífico, cada uno acondicionado de una forma distinta para regular la temperatura interna del vehículo.

El problema normalmente se da cuando los operadores recurren a furgones o equipamientos de bajo coste que no se encuentran homologados, corriendo el riesgo no solamente de ser multados por las autoridades, sino de romper la cadena de frío y exponer al consumidor final a una intoxicación alimentaria.

En este sentido, la prioridad del operador debe ser por un lado asegurarse de que su modelo de transporte está dentro de la legalidad, y por otro lado dar todas las garantías al usuario de que el producto ha llegado a las expendedoras sin haber perdido lo más mínimo durante su transporte.

 Llegan las Isobox de Degerman para la preservación de la cadena de frío