Las primeras expendedoras de vino en Estados Unidos consiguen llamar la atención

HOSTELVENDING.com | 30/7/10.- Uno podría esperar que el estado productor de vino por excelencia en Estados Unidos, California, sería el que estrenara las primeras máquinas expendedoras (que no dispensadoras, que ya existían con antelación) de botellas de vino. No obstante, las rígidas normativas del estado de Pensilvania (justo en la otra parte del país, en la Costa Este) respecto al consumo de bebidas "espirituosas" ha ayudado, en cierto modo, a que los focos de atención se centren sobre las primeras máquinas de vending que ya están funcionando.
En el vídeo que se adjunta, el encargado de la cadena de supermercados en la que se han instalado, en periodo de prueba, las dos máquinas explica su funcionamiento, adaptado a la normativa estatal: "El consumidor inserta su documentación personal, tal como el carnet de conducir en el lector de la máquina, para que reconozca su mayoría de edad y que no tiene antecedentes por problemas con el alcohol. Además, el sistema incluye una cámara superior, que permite identificar al usuario y confirmar que es el mismo titular del carnet.".
Por si estos sistemas de detección no fueran suficientes para degustar un delicioso caldo, las aplicaciones tecnológicas se completan con un "Breathalyzer", es decir, un detector de el nivel de alcohol en la sangre por medio del aliento. Si el cliente pasa del 0,02% permitido, no podrá efectuar la compra.
Sobre la máquina en sí, llama la atención el volumen del expositor, con cuatro puertas en el expositor y capacidad para 53 marcas diferentes.
La cadena de supermercados que ha apostado por esta iniciativa prevé instalar hasta 100 unidades por toda Pensilvania, si las expendedoras obtienen buenos resultados. Siendo el cuarto productor de vino del mundo (tras Francia, España e Italia) y teniendo una media de consumo por habitante cercana a la de países con una larga tradición vinícola, no sería de extrañar que en Estados Unidos el negocio de las máquinas expendedoras de vino pase de ser una curiosidad a la última sensación.














