Suma y sigue para la restauración automática: la primera máquina expendedora de galletas y tartas artesanales
HOSTELVENDING.COM 04/02/2025.- En esta innovadora máquina automática, el usuario podrá encontrar tres categorías de productos de pastelería americana, la especialidad que se han centrado desde el inicio la empresa familiar.
Una usuaria muerde su galleta de pistacho con frambuesa mientras saborea el final de un día de estudio. Pero no ha salido de una pastelería tradicional, ni ha interactuado con un dependiente: Su dulce recompensa, envuelta en una bolsita de papel que nos evoca a esas pastelerías escandinavas, ha llegado a través de una tienda automática. Un momento de deleite al que el cliente puede acceder sin depender de un horario rígido de apertura, pero con la garantía de acceder a un producto completamente artesanal. Bienvenidos a la nueva era de la distribución automática: tecnología y producto fresco se unen para dar paso a una restauración automática premium.
Se trata de ATM Bilbao, la tienda automática de repostería casera creada por Abasotas, un obrador local que ha llevado sus productos artesanales al vending. Sin horarios ni colas, con solo unos clics, cualquiera puede disfrutar de un postre recién hecho en cualquier momento del día.
Así, desde diciembre, Bilbao cuenta con una parada imprescindible para los amantes del dulce: un innovador vending que ofrece cookies artesanales recién horneadas, así como tartas caseras. Un concepto pionero que, como señalamos, combina la comodidad de la venta automática con la calidad de la repostería tradicional. Ideal para antojos inesperados o para quienes recuerdan, a última hora, que necesitan un pastel especial.
Ubicado en el número 6 de la calle Licenciado Poza, ATM Bilbao está abierto todos los días de 8:00 a 22:00 h. Una persiana automática se encarga de abrir y cerrar el punto de venta, que es cuidadosamente repuesto cada madrugada para garantizar la frescura de sus productos.
Detrás de esta pastelería automática están Isa Serna y Niko Susaeta, los fundadores del proyecto Abasotas, que nació en 2016 cuando decidieron comprar un viejo furgón que iba camino al desguace y convertirlo en un foodtruck: "Ahí empezó todo. Dejé mi trabajo como directora de hotel y nos lanzamos a recorrer festivales con nuestro foodtruck, donde vendíamos sándwiches con pan de masa madre y postres caseros, como brownie y cheesecake", recuerdan.
El objetivo: crear un concepto extraordinario, casi un regalo para el consumidor. “Sabemos que no son productos de consumo continuo, ni para el día a día, por lo que queremos ofrecer un producto de calidad consumido a plena consciencia”. Los impulsores del proyecto aspiran a que el cliente desenvuelva el producto tranquilamente, lea las etiquetas, si le interesa, y empiece a disfrutar de él degustando los sabores y matices.
Por una parte, podemos encontrar productos unitarios, con un precio de entre 2,80 y 3,30 euros. En este apartado se engloban las cookies de diferentes sabores, desde los más clásicos, como el chocolate, de Nutella, de cacao y Kinder, hasta sabores más innovadores como cookie de pistacho y frambuesa, la cookie peanut, con crema de cacahuete y mermelada de mora, o la cookie de sésamo negro y caramelo, o el 'brookie', mitad brownie de chocolate, mitad cookie de chocolate negro, que a mí ha parecido espectacular.
Mystery product: Se trata de sorprender al usuario final
Para animar a los clientes a probar combinaciones menos convencionales, ATM Bilbao ha incorporado el "mystery product", una opción en la que el consumidor se lleva una galleta sorpresa.
"Nuestra favorita es la cookie maravilla, hecha con harina de frutos secos y semillas y pepitas de chocolate, pero sabíamos que a la gente le podía costar elegirla frente a sabores más conocidos. Con este producto sorpresa, hemos conseguido que muchos clientes habituales se animen a probar cosas nuevas y ahora la cookie maravilla ya tiene su club de fans", cuentan sus creadores.
Además de las cookies individuales, también se pueden comprar en bolsas de 6 unidades (entre 13 y 15 euros). En esta categoría también se incluyen su granola casera y sus famosas crackers de semillas.
Desde el primer día, en Abasotas han apostado por trabajar con azúcares, harinas y chocolates cuidadosamente seleccionados para garantizar el mejor sabor y textura en sus productos. Pero si hay un ingrediente que merece una mención especial, ese es la mantequilla, la base de la repostería americana y un elemento clave en sus recetas.
Para quienes buscan un postre más especial, esta pâtisserie automatizada ofrece tartas caseras en dos tamaños: para 3-4 personas o para 8 raciones, con precios entre 14 y 35 euros. Entre las opciones destacan la tarta de chocolate, carrot cake, cheesecake, tartaleta de chocolate negro y la espectacular "cookieton", una tarta de cookie rellena de Nutella con frosting de queso crema.
El proceso de compra es tan sencillo como en cualquier máquina expendedora: Seleccionar el producto en la pantalla, pagar y en segundos tendremos nuestro dulce.
De los problemas de acceso por carreteras a la innovación
Todos los dulces de ATM Bilbao tienen su origen en un rincón con historia: Barrika, un pequeño municipio de Bizkaia con apenas 1.550 habitantes. Allí, en el caserío Zearreta—una construcción con más de 500 años de antigüedad—, Isabel Serna y Niko Susaeta han dado vida a su obrador, el corazón de Abasotas. Además de ser un taller de repostería, se trata de su hogar; un espacio donde el trabajo y el disfrute se entrelazan. Sin embargo, la empresa familiar reconoce que, a pesar del entorno idílico, el enclave no era el más comercial.
La experiencia les dio la razón. Durante un tiempo, intentaron combinar el obrador con una pequeña tienda que abría los fines de semana, pero las dificultades logísticas y algunas quejas vecinales los obligaron a cerrarla. Así nació la necesidad de encontrar un nuevo modelo de venta, uno que mantuviera la esencia artesanal de sus productos, pero que los acercara al público sin las barreras del comercio tradicional.
La respuesta llegó en forma de restauración automática, un modelo de negocio de alta gama que traslada la experiencia gourmet a la calle. Cada madrugada, antes de que la ciudad despierte, el equipo de Abasotas repone el stock con sus creaciones recién horneadas. Desde ese momento, sensores inteligentes monitorizan el funcionamiento del sistema, alertando ante cualquier incidencia.
El margen de error es mínimo: solo un 3% de los pedidos presentan algún inconveniente, y cuando sucede, el equipo actúa de inmediato. Si hay algún problema con la dispensación, la empresa se comunica con el cliente y facilitan una solución.
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