50 Años - Historia de un éxito (II)

...[VIENE DE LA PRIMERA PARTE DEL ARTÍCULO]
Años 60Durante la década de los 60, en la radio italiana sonaba una canción muy entrañable que decía: ”Dile a tu mamá que te mande a comprar leche”. A los niños le encantaba cumplir esta tarea, porque recibían como premio una moneda de 10 liras, que gastaban en las expendedoras rheavendors de bolitas de chicles, con su característico color rojo Ferrari. Aquellas máquinas fueron el primer producto de rheavendors. Mecánicamente perfectas, expendían bolitas de colores bien visibles desde el exterior gracias a su esfera de vidrio. Los colores de las bolitas completaban la vivacidad del diseño creado por Angelo Mangiarotti.
Ya en la "Fiera Campionaria" de Milán de 1962, rheavendors presentaba por primera vez una gama completa de expendedoras de bebidas frías y calientes, aperitivos y otros artículos. En la Italia del Boom fue toda una revolución.Años 70
En 1970 se expuso por primera vez una máquina automática de café expreso en el M.O.M.A., el Museo de Arte Moderno de Nueva York; rheavendors era su creador. El diseño exterior simple y minimalista, firmado por Bruno Morassutti, contrastaba notablemente con la avanzadísima tecnología interior, que integraba un molinillo para granos de café (hasta entonces, las máquinas trabajaban con café molido). Pocos años más tarde llegó la E100, la primera expendedora con mueble íntegramente fabricado en plástico, obra de Angelo Mangiarotti, ya entonces reconocido como uno de los arquitectos y diseñadores más ilustres de la escena mundial. La E100 fue una máquina revolucionaria: la primera en formular el concepto table-top, la primera que mostraba los granos de café desde el exterior, y la primera en presentar un innovador sistema centrífugo de erogación.
Años 80
El modelo E80/H80 se bautizó así porque se lanzó en el año 1980. Se trataba de la primera expendedora de tipo free standing – aunque, en aquella época, aún no se utilizaba esta expresión – que seguía la filosofía low cost.La E80 ofrecía precios imbatibles sin renunciar a un diseño de alto nivel, esencial y particularmente avanzado en cuanto a información al usuario. La serie 80 dispensaba bebidas de alta calidad y respondía plenamente a las exigencias de los clientes. Fue la serie que consolidó definitivamente a rheavendors en los mercados de Europa septentrional; la primera expendedora italiana que abrió brecha incluso en el mercado alemán, extremadamente exigente y, hasta ese momento, rigurosamente cerrado a los productores italianos.
1985 fue el año de viva, el primer – y durante mucho tiempo el único – modelo de sobremesa completamente automático, con capacidad para 200 vasos y que, además, ofrecía una nueva bebida patentada, el MoccaCino: un capuchino cremoso con chocolate, de un intenso sabor dulce/amargo.
Esta table-top llegó a toda Europa, confirmando a rheavendors como proveedor de máquinas automáticas a nivel europeo; fue la primera sociedad italiana que lo conseguía, mientras el resto del sector se limitaba al mercado italiano o al sur de Europa.
Fue en este mismo año 1985, el de la viva, cuando conocí por primera vez a Aldo Majer. A partir de entonces forjamos una colaboración de éxito y una relación basada en la amistad y la confianza. Después de servomat steigler GmbH, juntos hemos conseguido fundar rheavendors servomat austria y rheavendors servomat uk.
En 1986, la familia Majer y la familia Sánchez (JSP) comienzan una larga y amistosa colaboración en España, un pais que siempre ha estado cerca del corazón de Aldo Majer. Fueron las primeras fases de lo que ahora es rheavendors españa.
Años 90
Con los 90 llegó la moda, un nuevo modelo de pie, con una electrónica avanzadísima que permitía un número prácticamente infinito de selecciones, como así demostraba el espacio insólitamente amplio que ocupaba su panel de selección. Con el tiempo, esta innovación se ha convertido en regla común para la industria del vending. La otra gran novedad de la expendedora moda fue la cinta modular flexible, para una instalación rápida y sencilla de los medios de pago.
Durante la misma década apareció el PCM (Personal Coffee Machine), con el que rheavendors aplicaba su revolucionaria electrónica en el mercado de las máquinas de sobremesa, estableciendo así otro arquetipo de diseño en el vending. Creado por un diseñador de automóviles norteamericano, el PCM es considerado (incluso hoy día) como una pequeña obra maestra de la funcionalidad y la elegancia.El 2.000
La gama completa de expendedoras rheavendors ha cambiado su imagen con el inicio del nuevo milenio, pero manteniendo los principios básicos por los que siempre se ha regido: crear máquinas que son fáciles de instalar, usar y mantener, cuidando hasta el último detalle.
El moderno diseño del modelo xs abarata los gastos de personalización, y junto a su facilidad de uso, su precio asequible y la excepcional gama de bebidas, ha contribuido a transformar la percepción que la gente solía tener de las expendedoras automáticas.
¿Y ahora?
rheavendors ha marcado la pauta desde que sus máquinas se expusieron en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En el Olimpo del diseño mundial, rheavendors figura junto a firmas de primera fila en el diseño industrial y la innovación, como Apple o Porsche.El diseño juega un papel de suprema importancia para rheavendors, ya que sólo contando con los diseñadores más visionarios e innovadores es posible hablar a un público universal.
rheavendors no conoce los límites fronterizos. Precisamente es esta perspectiva intercultural y transcultural la que le permite proyectar y desarrollar nuevas ideas de éxito, que responden a las necesidades actuales del mercado.
Las máquinas expendedoras deben hablar un lenguaje global; deben ser sencillas y fiables, porque sólo así lograrán convencer y satisfacer completamente al consumidor.
Además del centro de I+D, rheavendors tiene cuatro plantas de producción para máquinas expendedoras de bebidas y snacks, con una superficie total de 27.000 m2. En ellas trabajan más de 200 empleados, a los que se les unen los más de 130 trabajadores de las nueve delegaciones internacionales.
Desde siempre, Aldo Majer ha llevado la honestidad y la amplitud de ideas por bandera. El respeto y la confianza son la base de sus relaciones con empleados y proveedores, y en su trato con clientes y socios.
Aldo Majer, que en los años 50 del siglo XX parecía un soñador, hoy que ya termina la primera década del siglo XXI, puede echar la vista atrás para contemplar los numerosos hitos que ha marcado en el vending internacional. Ha sido un gran embajador de la cultura italiana del café y, probablemente, ha sido la persona que más ha aportado al vending en toda la Historia.