El auge de las smart lockers de Jofemar, patente en diversos modelos de negocio

HOSTELVENDING.COM 12/12/2024.- Las smart lockers de Jofemar cuentan con módulos de control integrados para su funcionamiento autónomo en localización. Se trata de una solución que causa furor en multitud de modelos de negocio.

El presente y futuro de Jofemar, un referente en la fabricación de soluciones automatizadas, se dibuja con grandes expectativas: Smart lockers cada vez más adaptados a las necesidades del cliente, máquinas automáticas dotadas de innovadores teclados capacitivos, y software de gestión que permite un control integral del dispensing. A esto se suma un optimismo renovado respecto a las proyecciones de ventas para este año y el entusiasmo por la evolución del sector. Esta empresa familiar, con una sólida proyección internacional, sigue marcando el camino en el sector.

En particular, las taquillas inteligentes, que han protagonizado múltiples análisis en nuestras publicaciones (puedes leer sobre ello aquí), están ganando protagonismo no solo en número; también en funcionalidades. Este crecimiento responde a una demanda cada vez más exigente desde distintos sectores industriales y segmentos de mercado. Para la empresa española, estas soluciones son un emblema de innovación y un recurso estratégico para gestionar y dispensar cualquier tipo de producto con precisión y eficacia.

Cuando hablamos de este tipo de innovaciones, quizá los primeros adjetivos que se nos vienen a la mente son: comodidad, precisión, rapidez… Este último, uno de los más valorados por el usuario final. Porque el tiempo es el bien más preciado del siglo XXI.

Todo ello lo encarna Lockers, que así es como se llama la gama de taquillas inteligentes de Jofemar. A nivel técnico, las taquillas están formadas por un sistema modular operado desde una columna con su unidad de control, compuesto por columnas de taquillas y múltiples combinaciones de celdas.

Presenta una estructura modular protegida contra la corrosión y el óxido.

La máxima de estas taquillas son el aprovechamiento óptimo del espacio con capacidad de controlar hasta 8 módulos satélites de almacenamiento.

La puerta de la taquilla cuenta con un sistema de apertura electrónico y detección de estado de apertura.

En ese sentido, tal y como nos trasladan desde la compañía, para su uso, el usuario simplemente se ha de identificar y recoger el producto. Partiendo de ahí, la aplicación es tan variada como modelos de negocio existen; ya sea a modo dispensing o a modo vending.

Un uso versátil que encuentra la popularidad en multitud de modelos de negocio

Esta solución es un win to win para todos: empresa productora, operador/ dueño del negocio y usuario final.

Todos los datos de la Smart locker le llegan al dueño de la empresa en tiempo real a través de la telemetría.

El recorrido de Jofemar en el ámbito de las taquillas inteligentes comenzó con una gama básica que, aunque sencilla en diseño, ya incorporaba el potente software que caracteriza a la compañía. Esta versión inicial prescindía de pantallas y optaba por botones, un enfoque práctico y funcional. Sin embargo, la evolución no tardó en llegar: hace un par de años, introdujeron una nueva gama equipada con pantallas, cuya popularidad ha crecido a un ritmo non stop. Actualmente, cerca de 1.000 máquinas prestan servicio en todo el país para diversas compañías, y de este modelo más avanzado se instalan anualmente unas 300 unidades.

Lo que diferencia a estas taquillas inteligentes en el ámbito del dispensing es su enfoque como un servicio integral, más que como una simple máquina. Este servicio, concebido a cinco años, incluye configuraciones personalizadas, asistencia técnica y soporte remoto.

Las taquillas de la compañía se rigen por un principio fundamental: una gestión rigurosa y un control minucioso de las herramientas asignadas a los usuarios, siendo principalmente empleadas para la distribución de equipos de protección individual (EPIS).

Para ello, uno de los aspectos más destacados de sus soluciones radica en su software de gestión. El proceso comienza con la identificación del trabajador, que puede realizarse, por ejemplo, mediante una tarjeta corporativa, y, en ese momento, el sistema ya tiene claro qué artículos están autorizados para ser retirados por ese usuario.

Además, tiene la capacidad de imponer restricciones, como limitar la cantidad de ciertos productos (por ejemplo, un par de guantes y unas gafas por jornada).

La operativa es sencilla: una vez identificado, el trabajador introduce el código correspondiente para acceder al producto, selecciona las opciones disponibles y, al concluir su turno, devuelve el equipo en la misma taquilla.

Por otro lado, la solución de la multinacional también cumple la función de punto de reserva. En casos de productos de gran volumen, de baja rotación o que hayan sufrido daños, el usuario puede realizar un pedido para solicitar ese artículo específico. Este pedido llega al centro de distribución de EPIS con toda la información relevante, y el trabajador, con el ticket emitido por la máquina, podrá recoger su artículo reservado en la misma taquilla.