La FEHR recibe una negativa a la supresión del impuesto sobre las expendedoras de tabaco por parte d

HOSTELVENDING.com | 07/04/11.- Malestar enorme, y en sentido creciente, de los hosteleros españoles a raíz de todo lo referente a la famosa Ley Antitabaco. Desde diversas asociaciones provinciales de hostelería propusieron, para compensar las pérdidas que están sufriendo por la aplicación de la ley, la supresión de un impuesto trienal por el uso de máquinas expendedoras de tabaco, que además ha subido en demasía desde la entrada en vigor del euro. La Federación Española de Hostelería (FEHR) gestionó esta petición a nivel nacional y ha recibido una respuesta negativa por parte del Ministerio de Economía, con lo que el asunto pasará ya a la vía judicial contenciosa-administrativa.
"Los hosteleros de este país no podemos entender que, habiendo cambiado sustancialmente las condiciones del mercado, no se cambie la presión fiscal. Es decir, la opción de vender tabaco en las máquinas de los establecimientos iba directamente vinculada al disfrute del fumador, que encendía su primer cigarrillo con una consumición en el bar en cuestión. Ahora esta situación no se produce, con lo que han disminuido enormemente las opciones de rentabilidad, pero no han variado para nada los gastos e impuestos que tienen que afrontar los hosteleros", comentó Emilio Gallego, secretario general de la FEHR.
El beneficio que obtienen los hosteleros de la venta de tabaco en sus establecimientos es muy escasa. La presencia de las expendedoras en bares y cafeterías se presentan más como un servicio al cliente, y un opción para que puedan consumir alguna bebida o tentempié. Los hosteleros no entienden que haya disparidad de criterios desde algunos departamentos del Estado y los perjuicios de la Ley Antitabaco no dejan de crecer. "Por un lado, Hacienda solo se preocupa por recaudar, y hace caso omiso a peticiones argumentadas como la nuestra de suprimir un impuesto injusto, mientras Sanidad se supone que se ocupa de la salud de los españoles; porque ciertas actitudes apuntan a que más que la salud de los ciudadanos, el gran objetivo de esta ley era complicarle la vida a los hosteleros", prosiguió Gallego. Y es que los profesionales del sector insisten en que no entienden que la finalidad de esta norma sea la salud, si no se complementan estas prohibiciones de fumar con labores de educación y concienciación, con la eliminación de subvenciones a los agricultores de tabaco o con la supresión de este tipo de cultivos al menos en el territorio nacional.
"Nosotros no estamos a favor del tabaco, y nos gustaría que nadie fumara, pero somos conscientes que más del 40% de los clientes de hostelería son fumadores, y tenemos que atender a nuestros clientes", concluyó un Emilio Gallego indignado con la labor del gobierno en esta materia. En estos momentos, España aplica un nivel de restricción similar sólo a los de Irlanda y Reino Unido. En los otros 24 países de la Unión Europea se siguen respetando los espacios para fumadores. Además de continuar por la vía judicial la petición de supresión de este impuesto, también se van a reclamar los daños y perjuicios causados por la anterior norma antitabaco (de 2004) que obligó a miles de hosteleros a reformar sus locales y adquirir infraestructura de extracción de humos para adaptar su actividad a una ley que sólo ha tenido una vigencia de seis años.