HOSTELVENDING.COM 15/02/2022.- ¿Es el sistema de depósito por recompensa el método de reciclaje más eficaz?, ¿el método de rellenar los envases es más sostenible? Sea como fuere, una cosa está clara: la eficacia del vending para la economía circular.

En un contexto marcado por la crisis climática, donde se trata por todos los medios de reducir el consumo de envases, la palabra “reciclaje” inunda las primeras páginas de la agenda mediática, pues conlleva grandes beneficios medioambientales. Como sabemos, reciclar permite convertir los residuos en nuevos productos ahorrando materias primas, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, evitando residuos y aprovechando los recursos naturales.

Sistema actual: Recogida selectiva, pero quedando relegado por el SDDR

Actualmente, si bien continuamos separando en nuestros hogares los diferentes tipos de envases para, posteriormente, depositarlos en los diferentes contenedores que están distribuidos por las calles, lo cierto es que cada vez más, se está apostando por un método alternativo: el Sistema de Devolución y Recompensa, considerado en la actualidad el más apropiado para potenciar el actual sistema de recogida y motivar al mismo tiempo, la colaboración público privada.

Un modelo basado en el reverse vending: máquinas de reciclaje implementadas junto a las expendedoras por las que los usuarios podrán obtener recompensas a cambio de reciclar envases. Una iniciativa que parte de la meta de propulsar el reciclaje.

Como ya comentábamos hace algún tiempo, la propia Ecoembes sucumbió finalmente a este método, conocedora de las posibilidades que ofrece; siendo la más directa la colaboración ciudadana con el reciclaje, que estará más motivada a embarcarse en una vida más circular al obtener pequeños beneficios por ello.

Sin embargo, a ojos de algunos, este sistema se nutre de que muchas empresas solo se están preocupando de aumentar su producción de envases plásticos en lugar de buscar soluciones para reducir el consumo de los mismos e intentar cumplir con las 3R: reducir, reutilizar y reciclar. 

Sistema de depósito, ¿realmente funciona?

Según exponen desde la Unió de Consumidores de la Comunitat Valenciana, este sistema sería complementario al anterior ya que, en principio, el SDDR solo afectaría a los envases de plástico (PET), latas, botellas de cristal y bricks que contengan agua, zumo, refrescos y cervezas entre 0,1 y 3 litros, pero no al resto de envases de plástico.

“El alcance del SDDR es limitado, ya que no recupera todo tipo de envases. Por ejemplo, una botella de agua en PET sí estaría sometida pero no una de aceite o de jabón de manos. Una lata de zumo de tomate sí estaría sometida pero no una de salsa de tomate”, esto, según la Organización, puede conllevar a que el consumidor deje de separar el resto de envases, centrándose únicamente en aquellas que les da un “beneficio”.

Aunque, con la cuantía de la recompensa en mano… Cuesta pensar que un ciudadano se deja llevar únicamente por la recompensa simbólica y no por una intención de cuidar el medioambiente. Quien recicla, recicla. El sistema es una motivación, pero, ni mucho menos, un medio para ganar dinero a costa del reciclaje…

Por otro lado, en la misma publicación, la organización habla del “pago de un depósito extra”, es decir, que no hay ningún tipo de beneficio como tal: Los consumidores compran un producto envasado y, además del precio, pagan un depósito (10 céntimos) por cada envase al comercio. Este depósito se devuelve al consumidor en el momento que entrega el envase vacío y en perfectas condiciones en retail.

Otros, afirman que depositar el envase en las máquinas trae consigo bonos regalos reales, así como incentivos relacionados con movilidad verde, limpiezas de espacios naturales, replantación de zonas naturales, contribuciones a diferentes organizaciones y asociaciones como el Banco de Alimentos o Cruz Roja.

En países europeos como el Reino Unido, Suecia, Austria, Países Bajos, Italia o Alemania, están empezando a tener un feedback muy positivo de este sistema. Así lo confirman desde el fabricante de compactadoras automáticas TOMRA, quienes también están presentes en la parte este del continente como proveedor de esta tecnología de reverse vending para el nuevo sistema de devolución de depósitos.

Refill con máquinas de vending

Bajo la forma que sea, una cosa parece quedar clara: el reciclaje a través de máquinas al más puro estilo vending es eficaz, y están teniendo una gran acogida, incluso en el mercado español. Supermercados, proveedores de productos para limpieza en diferentes sectores como hogar, lavanderías  y, cómo no, desde los distribuidores de cadenas de vending.

En este caso, surge otra tipología, máquinas de refill, o relleno de envases. Un método que va de la mano con la reutilización, apostando por la economía circular e incidiendo directamente en la reducción del consumo de envases, las máquinas automáticas juegan un papel protagonista porque hacen posible que esta práctica sea una acción real, rápida y satisfactoria.

Estas máquinas han llegado para fomentar las cuatro “R”: Reusar, Reducir, Rellenar y Repetir, tantas veces como sea posible.

En ese caso, encontramos cada vez más dispensadores que, como si de una máquina de vending se tratara, expende el producto en cuestión para permitir reutilizar el envase tanto como sea posible; al igual que si fuese tu café favorito. Tal y como plantean desde ECOVending, ¿Por qué no reusar los envases que usamos si su vida útil es de al menos 100 veces más? acaso tiramos al contenedor nuestras prendas una vez las usamos por primera vez?

Y tú, ¿por qué método te decantas?, ¿cuál crees que es el más efectivo para lograr una sociedad más sostenible?

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