Los "ready-meals" y el vending, en busca de la fórmula ganadora

Según el Observatorio del consumo y la distribución alimentaria, existe un “consumo generalizado pero muy esporádico de alimentos ya preparados para consumir en el hogar”. El consumidor compra estos productos por la comodidad que supone no tener que cocinar y por ahorrar tiempo en una sociedad cada vez más estresante.
Uno de los aspectos que destaca más el informe es que el consumidor, en general, confía en estos productos. No obstante, esta confianza se ve matizada en mayor o menor medida según el establecimiento de compra.

Ésta puede ser la causa principal por la que los operadores de vending no han apostado todavía por este segmento. La industria está envuelta de lleno en una batalla por recuperar su imagen, dañada durante tantos años por la falta de profesionalismo y, por qué no decirlo, por la facilidad con la que el ser humano suele arrojar juicios de valor sin fundamento que, por repetitivos y fáciles, se vuelven corrientes de opinión.

De hecho, el sector de la venta automática todavía no ha logrado hacer ver al consumidor que detrás de una expendedora se mueve una industria altamente desarrollada y con un nivel de profesionalidad similar a cualquier otro medio de distribución.

Otro de los motivos, y que ya apunta el citado estudio como una de las causas para el consumo puntual de estos productos, es su precio. Una característica que se ve agravada en el vending, por la reticencia de los consumidores a pagar cantidades mayores a un euro y que, por el momento, están impidiendo la expansión de estos artículos. Artículos que, por otro lado, se adaptan como anillo al dedo a la venta automática.

De cualquier manera, el pasado nos da lecciones para no cundir en el desánimo y descartar, antes de tiempo, un tipo de producto que, a día de hoy, no parece hacerle “la boca agua” a los usuarios de expendedoras. Y es que, ¿quién habría pensado, hace años, que utilizaríamos de modo habitual máquinas de vending para desayunar, tomarnos un café después de comer, o un snack a modo de merienda en nuestro centro de trabajo?

El último objetivo por conquistar para el vending parece claro: la comida.

Ahorro de tiempo y de dinero
Hay varios motivos que pueden convencer al trabajador para comer alimentos preparados y expedidos por una máquina de vending en su centro de trabajo, como señala Pilar Martínez, del fabricante Rheavendors: “Tenemos, por un lado, argumentos de tiempo, con jornadas cada vez más flexibles mediante las cuales, si entramos antes a trabajar y consumimos menos tiempo al medio día, podemos salir antes por la tarde y así disponer de más tiempo para nuestras actividades. Asimismo, hay argumentos económicos. A nadie se le escapa que un trabajador medio no puede permitirse comer todos los días de restaurante o, incluso, a veces ya resulta un gran esfuerzo económico hacerlo de menú del día por económico que éste resulte”.

Para Pilar, el vending de productos alimenticios, platos preparados, postres, lácteos, etc., todavía tiene mucho camino por recorrer en nuestro país. Y para sustentar esta conclusión apunta al número significativo de fabricantes de productos alimenticios que han desarrollado a lo largo de estos años preparados en envases individuales bajo diferentes técnicas de conservación (vacío, pasteurización, refrigerados, etc.) y cuya penetración en el hogar se incrementa año tras año: “En cualquier supermercado no sólo encontramos ensaladas o pizzas, sino que disponemos de una gran variedad de platos (carnes, pescados, pastas, legumbres, etc.), de rápida preparación en microondas y de alta calidad”.

Rheavendors cuenta con un modelo muy específico para este tipo de productos: la SP 12/256. Se trata de una máquina de bandejas que mantiene todos los productos en posición horizontal para evitar que salsas, aliños de ensaladas u otros productos no pierdan su posición en el plato y que además expende el producto sin la caída que se genera en una máquina de espirales clásica. A partir de aquí, lo consumirá en frío o lo calentará en un microondas.

Máquinas preparadas para “Food”
David Mapelli, director comercial de N&W Global Vending, resalta la complejidad de este segmento, “con una normativa más estricta a la que hay que ajustarse, donde los operadores deben respetar la tabla de frío, preservando los productos entre los 0 y los 4 grados”.

N&W Global Vending posee máquinas tanto de espirales como de tambores. Aunque las primeras vienen equipadas con distintas zonas de temperatura para permitir la venta de diversos productos, entre los que se pueden encontrar ensaladas con formatos adaptados a estas máquinas, las expendedoras de tambores son las más indicadas para la expedición de “Food”.

Según David, “se aprecia que el consumo de Food está creciendo, sobre todo en los centros de trabajo. El trabajador tiene cada vez menos tiempo para hacer su descanso y a las empresas les interesa prescindir del trabajador el menor tiempo posible”.

Las expendedoras de alimentos preparados aparecen como la mejor alternativa para cumplir este servicio en el mismo trabajo y sin necesidad de que el trabajador tenga que desplazarse a otro establecimiento.

En España, el margen de mejora de este segmento es importante. Todavía más si se tiene en cuenta que los horarios laborales en nuestro país tienen todavía que ajustarse al de sus homólogos europeos, esto es, reducir el tiempo reservado para las comidas para así poder salir más temprano del trabajo y que el empleado tenga más tiempo para otras ocupaciones.

Como nos dice David, es imprescindible el apoyo de los productores para que los fabricantes de máquinas puedan desarrollar más soluciones en este segmento. Aunque hay grupos internacionales importantes que ya han sacado productos en este mercado, que se adaptan de manera muy eficiente al vending, la realidad es que se necesita una mayor implicación de las marcas, que ya han mostrado su interés, pero que no acaban por apostar decididamente por desarrollar “ready-meals” para el vending.

Conquistando espacios
Víctor Cerdán, del departamento de marketing de Jofemar, piensa que particularmente en España “la mayor aceptación está, sin duda, para bocatas y hamburguesas, especialmente en lugares de ocio”. Para Víctor, las expendedoras de Food tienen una gran aceptación como servicio de comidas en los centros de trabajo, sin embargo, “es mucho más popular en las tiendas vending”.

Ahora bien, donde el rendimiento de estas máquinas es verdaderamente espectacular es cuando se mueven personas jóvenes alrededor. La máquina desarrollada por Jofemar para este segmento, “Gourmet”, da fe de ello, con una gran aceptación, a nivel europeo, para platos precocinados en cantinas y centros de trabajo y, en general, donde se permita dispensar comidas las 24 horas, incluso si no hay personal de cocina.

Parece que los espacios donde se pueden ubicar este tipo de máquinas están bien definidos, pero que el vending y los “ready-meals” todavía no han encontrado la fórmula ganadora para hacer explotar este mercado. Y aún así, parece que en el futuro comer en los centros de trabajo platos calientes o fríos de una expendedora será tan normal como tomarse un café de máquina. Sólo es una cuestión de tiempo; en el momento que confluyan los intereses decididos de los creadores de estos productos y los fabricantes de máquinas.